Aguantar un trayecto largo en una buseta en Cartagena puede causarle depresión y ansiedad

¿Qué tan traumático puede ser tomar un bus de transporte público en Cartagena, desde el barrio El Laguito hasta el barrio El Educador? Este recorrido, que es de 2 horas y media, lo hacen día a día centenares de cartageneros. Ellos salen de su casa a las 5 y media de la madrugada para llegar a las 8 a.m, a su lugar de trabajo, y salen de su trabajo a las 5 p.m para con suerte, llegar a su casa a las 8 de la noche.

“Esto altera a cualquiera”, comenta Martha*, una mujer de unos 30 años que desesperada le pide al conductor que ”le de rápido, que todos necesitamos el tiempo”. Y esto de “necesitar el tiempo” es tan valioso para aquellos que viven un cuarto de su vida sentados en los asientos de una buseta…

El recorrido en una buseta deprime y puedo jurar que altera el comportamiento. Más adelante leerán sobre un estudio que lo comprueba.

 StoryTime

Hay que decir que interactuar con un sparring o ayudante de busetero es difícil. Si el tipo está de buenas y la buseta no va de prisa, te recibe el dinero y no se demora en dar el vuelto; te espera para recogerte sin gritar “¡ahí fue tía, súbase rápido!” y cuando pides la parada avisa inmediatamente a su superior “Entra ahí, déjala”. He visto a gente casi que siendo empujada por estos seres con corte de pelo extraño y tatuajes en la nuca, que dentro de la buseta son literalmente los que dan órdenes a todo el mundo. “Córranse pa atrás que hay espacio”, suelen gritar cuando a la buseta no le cabe ni un fósforo más.

A las 4 p.m, esperar a que pase uno de estos vehículos lo lleva a uno a pararse bajo cualquier sombrita por mínimo 10 minutos. Ahí, cogiendo sol y rogando para que no toque todo el trayecto de pie y con música a todo volumen. Ah … y que no hagan el famoso “trasbordo” después del cual, aunque la persona paga, a veces toca volver a pagar en la buseta donde obligan a subir.

“Una vez cogí una buseta de Socorro/ Bosque a las 4 p.m en el Laguito y llegué a las 7 de la noche a mi casa”, cuenta el señor Miguel, usuario habitual de este tipo de transporte. Yo quedé como diría mi amiga Goyi “en Shock”. Ese señor me lo contaba con una risa triste, esperando quizás, que no se volviera a repetir algo así… pero la realidad es que su trayecto diario del trabajo a casa es de 2 horas en promedio.

Esperar en un bus nos deprime

Un estudio de la Universidad de los Andes lo comprueba: El transporte urbano y la salud mental están estrechamente ligados.

Hace unos años, se publicó el artículo “Patrones de viaje y depresión: Evidencia de once ciudades latinoamericanas” (Commute patterns and depression: Evidence from eleven Latin American Cities) en el que participaron Olga Lucía Sarmiento, profesora de la Facultad de Medicina y Óscar Guaje, profesor del Departamento de Ingeniería Industrial, ambos de la Universidad de los Andes en Colombia. 

En Latinoamérica llegaron hasta Bogotá pero… los invitaría a que se den una vuelta por Cartagena de Indias. 

Estar en un trancón nos enferma mentalmente hablando. Cada diez minutos adicionales de trayecto, “están asociados con un aumento de 0.5% (p = 0.011) en la probabilidad de presentar síntomas depresivos de acuerdo con la prueba de tamizaje”, dijeron los investigadores.

 Esperar el transporte, estar en el trancón e incluso manejar solo en medio del caos del tráfico altera nuestra salud mental y eso lo reflejamos en la casa o en el trabajo.

Multipliquemos… ¡a muchos les pasa de lunes a viernes! Osea que nos pasamos la vida adulta estresados.

“Cada vez que una persona vive con la incertidumbre de no saber si va a llegar a tiempo genera estrés y ansiedad, asociados con síntomas depresivos. Esa angustia lleva a la fatiga, y eso se siente cuando se llega al destino y repercute en la funcionalidad, en el día a día con sus colegas o con su familia”, explicó la doctora Olga Sarmiento.

Para muchas personas, usar transporte urbano es la opción más económica aunque no la más eficiente, ni saludable.

Y mira este dato, según un informe de Cartagena Cómo Vamos tras la encuesta #miVozmiCiudad 2021, el 34% de los cartageneros utiliza Transcaribe como su principal modo de transporte, seguido de los buses, busetas y colectivos (19%) y mototaxis (13%). Lo que más preocupa es que el 61% de quienes utilizan mototaxis son los más felices con este servicio… es decir los únicos que no se deprimen en un ”transporte público”.

Entonces ¿hacia dónde va la salud mental de la gente del Caribe?

*Nombre cambiado

Temas:

Facebook
Twitter
WhatsApp
Telegram
Email
Print