Un adulto mayor en Colombia es una persona de 60 o más años de edad. La población colombiana mayor de 60 años, según cálculos del gobierno, era de algo más de 7,1 millones en 2021 y se estima que aumente a los 10 millones en 2031, esto representa un 13,5% del total de la población.
La esperanza de vida ha aumentado, lo que contribuye al aumento de este indicador. Hoy ha aumentado a los 74 años y las mujeres viven 6,8 años más que los hombres. Ante esa realidad se hace necesario que el adulto mayor tenga y desarrolle hábitos encaminados a conservar y mantener un óptimo estado de salud.
A partir de los 60, según dicen popularmente, llegamos a la edad del “cóndor” con dolor aquí, con dolor allá, porque puede producirse rigidez de las articulaciones, problemas de presión arterial, desnutrición debido a que el proceso de la digestión se hace más lento, disminución de la masa muscular y problemas en el sistema óseo (sobre todo en las mujeres que pueden tener problemas de osteoporosis). Esto puede explicarse por muchas causas, sin embargo muchas personas llegan a esa edad sin prestar atención a las dietas y a la importancia de consumir alimentos saludables y sin llevar a cabo ninguna clase de actividad física lo que le puede acarrear riesgos en la salud.
Alma Pacheco Vásquez, Nutricionista egresada de la Universidad del Atlántico enfatiza: “el adulto mayor de 60 años, hoy día tiene una expectativa de vida muy alta por lo que deberá seguir cuidando su alimentación para evitar desarrollar enfermedades como la hipertensión arterial, diabetes y obesidad y en caso de padecerlas aminorar sus riesgos teniéndola controladas. El estado de nutrición en el adulto mayor está relacionado con el proceso normal del envejecimiento y con los hábitos nutricionales mantenidos a lo largo de su vida. Las dietas inadecuadas y la falta de actividad física favorecen el aumento de lípidos y glucosa en la sangre lo que ocasiona el aumento de enfermedades. Para contrarrestar ese incremento es importante favorecer la seguridad alimentaria, esto implica que el adulto mayor tenga acceso físico y económico, en todo momento, a suficientes alimentos inocuos y nutritivos que satisfagan sus necesidades alimenticias y sus preferencias, a fin de llevar una vida sana y activa.
Las porciones de alimentos recomendadas según grupos, deben estar en función del requerimiento de energía de una persona saludable con un nivel de actividad física ligera. La dieta y el ejercicio son los dos cambios más importantes que puede realizar, incluso si antes no ha estado activo. Nunca es tarde para comenzar: una dieta sana y la actividad física regular son buenas a cualquier edad”.
La doctora Alma Pacheco Vásquez da las siguientes recomendaciones:
_Incluir por lo menos un alimento de cada grupo en cada una de las tres comidas (desayuno, almuerzo y cena)
_Comer la mayor variedad posible de frutas y verduras.
– Incluir suficientes cereales, de preferencia integrales (tortillas, pan, pastas, arroz).
– Consumir menos grasas, aceites, azucares y sal.
– Tomar abundante agua natural (mínimo litro y medio al día)
– Procurar la máxima higiene al almacenar, preparar y consumir los alimentos.
– Realizar mínimo 30 minutos de actividad física al día.
– Comer con tranquilidad y con ganas, disfrutando de sus alimentos.
Las recomendaciones son válidas para cada uno de nosotros.