El amor no mata: Si tu pareja siente celos enfermizos huye de ahí

De acuerdo con Medicina Legal, en 2023 mataron a 26 mujeres en Cartagena, 13 en casos de sicariato, 2 en feminicidios y las 11 restantes en hechos relacionados con riñas callejeras. 

Desde 2022 Cartagena Cómo Vamos viene informando que la violencia intrafamiliar aumenta en Cartagena en todas sus dimensiones. De 1.310 casos ese año, la violencia de pareja concentró el 65%.

La Fundación Pares en Colombia encontró que usualmente, los feminicidios son perpetrados por hombres en contra de mujeres de entre 27 y 59 años. En cada caso, triste de por sí, se repiten ciertos patrones: control hacia la pareja, celos irracionales, dependencia, violencia física y verbal.

A Madelin León la mató su pareja, Oswaldo Anaya

Los celos excesivos o patológicos por ejemplo, se caracterizan por una preocupación irracional sobre la infidelidad de la pareja cuando no existen sospechas fundadas, lo que produce una intensa alteración emocional que se transforma en ansiedad o agresividad. De aquí nace el intento de control a la otra persona, las exigencias de seguridad o los rituales compulsivos de comprobación.

“Este comportamiento termina por hacer que el otro se aísle de su círculo más cercano: amigos, familia, compañeros de clase o trabajo, lo cual se extiende a las redes sociales”, explica la psicóloga Pilar Hernández. La violencia física viene a continuación y ya aquí empieza una enorme bandera roja de la que toda mujer debería huir… pero no es tan sencillo. Muchas no denuncian por motivos como desconfianza en el sistema judicial, la esperanza de que su pareja cambie, miedo a perder su pareja o proveedor o falta de apoyo de su familia. 

Los feminicidas y maltratadores están entre nosotros y a veces, no muestran señales ¿podemos identificarlos?

Algunos se caracterizan por ejercer la violencia solamente en la familia. Estos maltratadores se muestran como menos desviados en algunos indicadores tales como impulsividad, consumo de alcohol y drogas y conducta delincuente. Sin embargo, suelen tener dificultades para socializar y comunicarse, un historial de exposición a la agresión en la familia de origen y altos niveles de dependencia de su pareja. Ellos suelen ser relativamente estables en comparación con los demás tipos de feminicidas.

Los del tipo disfórico sí dan muestras de ser violentos. Presentan problemas emocionales, especialmente de control de la ira y de celos. Suelen caracterizarse por una historia de rechazo por parte de los padres, abuso infantil, alta dependencia de su pareja, habilidades sociales y de comunicación pobres, hostilidad hacia las mujeres y bajo nivel de arrepentimiento por la violencia ejercida.

El tercer tipo, el de los maltratadores generalmente violentos/antisociales suelen ejercer violencia de moderada a severa, física, psicológica y sexual. Ellos usualmente han sufrido violencia en su familia de origen y suelen presentar un historial de delincuencia. 

Para Pilar Hernández, el camino hacia la no violencia en toda pareja se construye reforzando cualidades como el compromiso afectivo, la comunicación, el control y la resolución de problemas que busquen el bienestar en la relación.

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