Las enfermedades respiratorias siguen en aumento, así como las hospitalizaciones por COVID-19 y gripe, lo que podría sobrecargar la atención médica.
Los Centros para el control y la prevención de enfermedades de Estados Unidos indican que la prevalencia de la variante JN.1 sigue aumentando, hasta el punto de convertirse, actualmente, en la variante de mayor circulación del SARS-CoV-2 en los Estados Unidos y en el mundo.
El doctor Antonio Villamizar, especialista en pediatría, explica que las enfermedades respiratorias en su mayoría son virales y van desde un resfriado común, hasta una bronquitis. En ocasiones, el resfriado común puede afectar la garganta y oídos, sintomatología que se presenta con mayor frecuencia en los niños.
“Los resfriados son producidos por varios virus; la influenza tipo A y B son otros virus, así como el COVID-19, que como sabemos, es un virus cambiante. Los dos últimos se diferencian de los resfriados por los síntomas, pues, son más fuertes e incapacitantes. Y a estos se suman, las neumonías con infecciones del pulmón, por virus o bacterias, que deben vigilarse de cerca”.
El especialista en pediatría hace un llamado a vacunar a los niños desde los 6 meses de edad, dado que, es una población que se puede infectar, y en algunos casos, contraer complicaciones graves.
Vacuna contra la influenza
El doctor Juan Pablo Londoño, infectólogo pediatra, miembro de la junta directiva de la Sociedad Colombiana de Pediatría, Regional Bogotá, “recomienda la vacunación periódica contra la influenza debido a la mutación constante del virus. La vacunación anual es la mejor manera de protegerse contra las posibles complicaciones graves. Se aconseja que todos se vacunen, especialmente los grupos de alto riesgo como niños menores de 2 años, adultos mayores de 65 años, mujeres embarazadas y personas con condiciones médicas crónicas como enfermedades respiratorias (asma entre ellas) y cardiovasculares”.
Sin dejar de lado que, la meningitis es una enfermedad grave que puede ser causada por virus, bacterias, hongos o parásitos. La forma más común de contraer meningitis bacteriana, que es la más peligrosa, es a través de la transmisión de fluidos corporales, como la saliva o las secreciones nasales, generalmente por contacto cercano, tos o estornudo de una persona infectada. Es cierto que la meningitis bacteriana puede ser fatal en tan solo 24 horas, por lo que la identificación rápida y el manejo adecuado con antibióticos son esenciales para la supervivencia y para reducir el riesgo de complicaciones graves”, advierte el doctor Londoño.
Además, es de reconocer que, “el virus respiratorio sincitial, VRS, puede causar infecciones graves, como bronquiolitis, es decir, la inflamación de las vías respiratorias pequeñas del pulmón; y neumonía en niños menores de 1 año. Aunque, los adultos y bebés infectados por el VRS por lo general no necesitan ser hospitalizados, algunas personas con el virus, especialmente los adultos mayores y bebés menores de 6 meses, podrían ser hospitalizadas si se deshidratan o tienen dificultad para respirar”.
A evitarlo
La mejor manera de protegerse es poner en práctica medidas de prevención, como, el lavado de manos, uso de mascarillas, evitar la automedicación y acudir de manera oportuna a los servicios de salud.
Desde el Ministerio de Salud y Protección Social, el Instituto Nacional de Salud y la Organización Panamericana de la Salud, se hace un llamado a toda la comunidad para fortalecer las medidas preventivas y contribuir con la contención del aumento en la transmisión de los virus respiratorios, a través de las siguientes recomendaciones:
• Tener todo el esquema de vacunación al día.
• Ante cualquier síntoma respiratorio se deben adoptar medidas de autocuidado personal y social.
• Ante síntomas graves de infección respiratoria aguda por algún virus respiratorio, se aconseja buscar atención médica de inmediato y recibir terapias de manejo adecuado.
• Consulta de información de fuentes confiables, la población debe mantenerse atenta y adherirse a todas las recomendaciones que se generen, es importante evitar confusiones y fomentar una comunicación efectiva para combatir la propagación de enfermedades respiratorias.
