El acetaminofén, también conocido como paracetamol, es uno de los medicamentos de venta libre más utilizados por las familias colombianas para tratar la fiebre y aliviar el dolor de cabeza, muscular, menstrual, de garganta, de muelas y de espalda.
Sin embargo, su uso no está exento de riesgos y debe ser cuidadosamente monitoreado, especialmente cuando se administra por varios días o junto a otros productos. El uso excesivo de este fármaco con dosis superiores a las indicadas por los médicos, puede traer consigo intoxicaciones por sobredosis.
Los grupos más vulnerables ante esta mala práctica incluyen a los niños y a los adultos mayores, especialmente aquellos con enfermedades hepáticas de base, desnutrición o adultos con consumo frecuente de alcohol.
La doctora Olga Melo, especialista en toxicología clínica del Hospital Infantil Universitario San José, explica que muchos de los casos de intoxicación se deben a la ingesta de dosis excesivas, la cual generalmente ocurre cuando los pacientes combinan distintos medicamentos que contienen acetaminofén, como los antigripales o las fórmulas analgésicas de venta libre.
“El principal riesgo de una sobredosis es el daño hepático, que puede avanzar silenciosamente y requerir un trasplante de hígado si no se detecta a tiempo”, señala la Dra. Melo. Los síntomas de intoxicación suelen aparecer entre 24 y 72 horas después del consumo, lo que retrasa la atención médica y agrava el pronóstico.
Por ejemplo, al usar el acetaminofén para combatir la gripa sumado a otros medicamentos para como antigripales, puede provocar saturación en el hígado al superar la dosis segura para el organismo, cargandolo de metabolitos tóxicos y causar daño hepático que tarda en presentar síntomas, que requiere tratamiento o incluso un trasplante según la gravedad.
Para evitar una sobredosis, la dosis máxima diaria recomendada para adultos es de 3 gramos. En el caso de los niños, este medicamento se debe usar bajo prescripción médica y se recomienda una dosis que no supere los 10 miligramos por kilogramo de peso cada seis horas, sin sobrepasar los 50 miligramos por kilo al día. Así mismo, las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia requieren un uso supervisado por el personal médico.
Para el uso doméstico en niños se recomienda no utilizar cucharas caseras, sino emplear las jeringas o dosificadores que incluyen los medicamentos, y mantenerlos fuera del alcance de los menores para evitar su consumo sin supervisión. Además, es de vital importancia respetar los intervalos de tiempo entre cada dosis y no recurrir al aumento de la cantidad administrada como respuesta a la persistencia de la fiebre o el dolor.
Teniendo en cuenta lo anterior, para prevenir intoxicaciones el Hospital Infantil Universitario de San José insiste en la importancia de consumir el acetaminofén sólo en caso de dolor o fiebre, consultar al personal médico para asegurarse de consumir la dosis correcta, leer cuidadosamente las etiquetas de los medicamentos y verificar la concentración de sus componentes.
Tener la información correcta para el cuidado de la salud no solo ayuda a reducir los riesgos de intoxicación, sino que fortalece la seguridad dentro de los hogares colombianos.