Ana Díaz, la mujer que logró que Punta Arena tuviera las playas más limpias de Cartagena

Punta Arena celebra no solo tener playas de agua cristalina, sino también ser referente en materia de reciclaje para la zona insular de Cartagena. Sus habitantes y algunos encargados de los restaurantes de la zona, cada ocho días salen con sus bolsas de material aprovechable y se lo entregan a los recolectores de Asocomangle.

La visionaria creadora de Asocomangle, Ana Lutecia Díaz y su equipo, han hecho posible que las playas de Punta Arena sean consideradas las más limpias de Cartagena y eso es porque su trabajo contra el plástico y residuos avanza de manera positiva, con esfuerzo, sudor y apoyo de la comunidad. Semanalmente, sacan 200 kilos de cartón y 40 kilos de plástico de la isla.

A la Asociación Étnica Comunitaria Ambiental Insular – Asocomangle la integran Ana Lutecia Díaz, Edinson Díaz Calle, José Díaz, Yalemis Díaz, Jairo Díaz, César Ramos, Alejandro Zamora, Armando Aguirre y Jorge Álvarez Contreras.

La historia

Hace años y gracias a Cardique, Ana logró convertirse en promotora ambiental, así que empezó a llevar a su comunidad brigadas de reciclaje, charlas en los colegios y reuniones con vecinos y comerciantes.

La líder, Ana Lutecia Díaz.

“Le he venido hablando a la comunidad sobre el cuidado del medio ambiente desde el año 2000. Siempre he pensado que para ser competitivos en materia de turismo tenemos que mostrar una zona limpia, para vivir del turismo tenemos que tener esa responsabilidad”, aclara.

Cuentan los isleños que la basura en la isla era impresionante: “Lo que hacen es espectacular y sirve bastante para esta isla en la que uno caminaba y tropezaba con el plástico en todas partes. Aquí no había dónde echar nada y todo lo tiraban en la calle, nos preguntábamos de dónde salía tanto plástico”, comenta Luz Acosta.

Hoy, se puede caminar por Punta Arena sin encontrar tal cantidad de residuos.

“Gracias a la Armada Nacional podíamos al principio sacar el reciclaje y residuos de Punta Arena en embarcaciones”, dice Ana. El transporte de esta materia compactada sigue siendo costoso.

Juan Miguel Pacheco, experto en formulación de proyectos y aspirante al Concejo de Cartagena por el partido Alianza Verde, explica que: “se debe garantizar la cadena, desde la recolección, almacenamiento, compactación y depósito. Los costos de transporte hacen que muchas veces este tipo de iniciativas se dejen a un lado y no sean viables, por eso es importante que se les den herramientas de transporte para que sean exitosos”.

Juan Miguel Pacheco Meza, experto en proyectos y aspirante al Concejo de Cartagena por el partido Alianza Verde junto a Alejandro Zamora, miembro de Asocomangle.

Seguir con estas ideas es el objetivo. “Este tipo de proyectos, encaminados a la sostenibilidad ambiental deben ser replicados en cada una de esas comunidades cuyo medio de sostenimiento económico son las prestaciones de servicios turísticos de sol y playa. Esto ayudaría a mejorar las condiciones de habitabilidad y sostenimiento de ecosistemas”, añade el aspirante al Concejo de Cartagena, Juan Miguel Pacheco.

Educar es el objetivo 

Alejandro Zamora, de Asocomangle, nos da un recorrido por la comunidad. Tomando un caminito de hojarasca donde el canto de los pájaros nos acompaña, llegamos a su punto de acopio. Están apilados los plásticos, el cartón y piezas de hierro, aluminio y cobre que posteriormente compactan.

Alejandro Zamora.

“Asocomangle es un grupo que trabaja de corazón, no ganamos dinero pero hacemos esto porque es una excelente labor. Reciclar es muy bueno,tenemos amistad con la gente, creamos un vínculo con la comunidad”, añade Alejandro Zamora. Él se enorgullece de hacer parte de esta idea que ha educado a cientos de habitantes en la labor de separación de residuos.

Los ingresos por la venta de los aprovechables se toman para pagar gasolina del carro que recoge los elementos, para comprar los sacos donde meten el material, para pagar el transporte en lancha hacia Cartagena y demás gastos que requiere su actividad. 

A la fecha les hacen falta sacos pequeños, palas, rastrillos, carretillas, uniforme, botas, gorras y algunos implementos de trabajo. El carro que utilizan requiere mantenimiento.

“Nosotros invertimos para nuestro futuro, estamos sembrando para nuestros hijos y para que los que vienen atrás aprendan, queremos estar en la historia de Punta Arena”, dice Alejandro. ¡Y ya lo están logrando!

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