Del Bosque Seco Tropical de los Montes de María depende la fertilidad de los suelos e incluso el agua que riega a la región.
El Ministerio de Ambiente explica que el bosque seco tropical (BST) es una formación vegetal que presenta una cobertura boscosa continua y que se distribuye entre los 0-1000 metros de altitud. Allí se presentan temperaturas superiores a los 24ºC (piso térmico cálido) y precipitaciones entre los 700 y 2000 mm anuales, con uno o dos periodos marcados de sequía al año.
Según el Instituto Humboldt, hay un problema con la introducción de “monocultivos de palma africana y arroz, sumado a la disminución de las aguas que fluyen de la montaña, la desaparición de plantas medicinales y la creciente irregularidad de las lluvias. Los desbordes cada vez más frecuentes de los ríos causan inundaciones que traen consigo un sin fin de enfermedades, mientras los incendios no solo arrasan los cultivos de pancoger —cultivos que satisfacen parte de las necesidades alimenticias de una población determinada—, si no también el bosque seco, que además facilita a los habitantes el acceso al agua”.
Luis Miguel Téllez Catalán, director de la Fundación Tierra Montemariana, conoce de cerca el peligro que corre el Bosque Seco Tropical y desde su organización trabaja para enseñar a las comunidades a conocer y proteger la riqueza que aún les queda, utilizando las nuevas tecnologías.
“Estamos trabajando en diferentes partes. Actualmente en San Pedro Consolado en San Juan Nepomuceno y el casco urbano de San Juan, la vereda Casa de Piedra y Las Mercedes. Nuestro trabajo es dar a conocer el bosque seco tropical, a través de formatos educativos como videos cortos, infografía, fotografía y podcast. Enseñamos a los jóvenes a empoderarse pero también a que formulen proyectos teniendo el cuenta el contexto de su territorio y cómo ellos de manera organizada, pueden construir iniciativas para transformar su realidad”, explica Luis Miguel, de 26 años de edad.
El trabajo de Tierra Montemariana ha sido apoyado por la Corporación Paisajes Rurales, Proyecto Tití, Santuario Los Colorados, programa Riqueza Natural de USAID, OIM y actualmente Hilando Vidas y Esperanza. Pero también con bingos y actividades para conseguir recursos tratan de hacer que su labor no pare.
Sobre Luis Miguel
Luis Miguel es Administrador financiero y tiene 10 años de experiencia en trabajo con adolescentes y jóvenes en el bajo San Jorge y Los Montes de María. Le cuenta a El Signo Vital que creció en medio de un entorno difícil y cuenta que justo eso lo impulsó a querer trabajar por un mejor San Juan. “De mi generación, solo dos amigos no entraron en las drogas. Pero todo lo que me ha pasado lo agradezco, porque me hizo tener una visión de enfrentarme a la vida con determinación”.
