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Un médico contra la desnutrición: la historia de la Bienestarina

La historia de la Bienestarina empieza con una institución colombiana ya desaparecida, llamada Instituto Nacional de Nutrición – INN.

Acerca del INN, en el El Tiempo, en 2019 se escribió: “Sobre el informe acerca de la alimentación de los niños del Vichada, todo se debe al abandono de los programas de nutrición, que dieron origen a la Ley 14 de 1963, que creó el Instituto Nacional de Nutrición –INN–), con el fin de adelantar la más importante campaña de nutrición. Esta cubría “alimentación de la embarazada, del recién nacido, del preescolar, del escolar, del adolescente y del adulto”, todo ello bajo la dirección del científico y médico Roberto Rueda Williamson. 

“El instituto adelantaba pedagogía nutricional en los colegios y a través del programa de la televisora nacional Aprendamos nutrición, 1965-1970. El doctor Rueda logró, como egresado de Harvard, que misiones de esa universidad y de las de Columbia y Cornell, efectuaran investigaciones sobre el desarrollo mental de los niños colombianos y sus efectos por desnutrición, lo que llevó a confirmar que lo que no se haga nutricionalmente en los 7 primeros años de vida marca las deficiencias mentales para el resto de la existencia”, escribió Don Rafael Rico Tovar.

Doctor Roberto Rueda Williamson. 

El doctor Rueda, al que se refiere el señor Rico,  era el director del INN y fue uno de los primeros expertos en Colombia que advirtió el daño que le hace a la sociedad el estar desnutridos. “(…) la desnutrición puede ejercer un daño irreversible en los procesos normales de crecimiento y desarrollo físico y mental de los niños que sobreviven, desmoronando su salud y disminuyendo su capacidad de aprendizaje. Por otra parte, la desnutrición al disminuir la capacidad de trabajo y el rendimiento de obreros y campesinos, es responsable de bajos índices de productividad, con grave detrimento de la económica nacional (Instituto Nacional de Nutrición, 1964, p. 2)”. 

La investigación sobre el origen de la Bienestarina la hace Luisa Fernanda Rojas Sandoval en el documento: “ENTRAMADOS HISTÓRICOS DE LAS MEZCLAS VEGETALES Y LA BIENESTARINA, UN ACERCAMIENTO A LAS INTERVENCIONES TÉCNICO POLÍTICAS EN NUTRICIÓN 1950-1970”, cuyos apartes destacados ponemos a continuación para que ustedes lectores, conozcan estos importantes datos:

Las mezclas vegetales: llegó la Incaparina

La OPS/OMS, la FAO y UNICEF apoyaron el análisis de las llamadas mezclas vegetales, es decir, la combinación de una leguminosa y un cereal con el propósito de obtener un alimento rico en proteínas de alto valor biológico.

“Las mezclas vegetales (…) comenzaron a ser reconocidas como insumos alimentarios nutritivos con un efecto positivo en la recuperación de niños con desnutrición si se alternaba con el consumo de leche. Esta evidencia técnica, fue valiosa para el INN teniendo en cuenta que el país hasta una década antes tenía poco consenso en el tratamiento y prevención de dicha enfermedad infantil”, redacta Rojas.

La Incaparina existe y es muy popular hoy día

“La entrada de la primera mezcla vegetal a Colombia fue en 1961, cuando el INCAP autorizó a la firma de Productos Quaker South America una licencia para fabricar la Incaparina en su planta de producción en Cali, Sin embargo, fue sólo hasta 1963 que se inició la fabricación comercial de dicha mezcla vegetal”.

El doctor Rueda quiso ayudar a erradicar las condiciones de desnutrición en Colombia, pero el problema era mucho más denso y es algo por lo que aún se lucha.

“Para 1969, en Colombia ya existían tres marcas de mezclas vegetales en el mercado (Incaparina, Duryea y Colombiaharina)  procesadas por distintas empresas privadas del país”. 

A Colombia le donaban mucha comida

Colombia era uno de los países que más comida donada recibía en el mundo, donados por el Programa Mundial de Alimentos, pero resulta que no se administraban bien y el pueblo seguía con hambre. Lo peor es que estos problemas de administración “estaban asociados a la organización logística nacional y territorial, la cual demoraba la distribución de los alimentos. No había la disposición de recursos técnicos y administrativos en los territorios, que impidió alcanzar la cobertura de personas beneficiarias inicialmente proyectadas en los programas de complementación alimentaria. Estos impases, se vieron reflejados en pérdidas en alimentos como carne, leche y leguminosas entre 1969 y 1973, así como excedentes almacenados especialmente de leche en polvo. No obstante, el gobierno argumentaba que la experiencia que tenía en programas alimentarios y la necesidad de sostenimiento de los mismos, acreditaba su solicitud de alimentos. Lo anterior, ¿no podría ser contradictorio con la preocupación de seguir dependiendo de ayuda alimentaria externa? ¿Si la reducción de esta ayuda era inminente por qué el país continuó solicitándola?”, se pregunta Rojas.

En fin, de igual forma se necesitaba entonces la Bienestarina porque la gente seguía desnutrida en Colombia. 

Para 1975, surgió el PAN en Colombia y ya existía el ICBF, “El PAN, aprobado en 1975 y ejecutado hasta 1976, buscó mejorar el bienestar de la población de más bajos ingresos a través del mejoramiento de su estado nutricional pero también perseguía el aumento de la producción nacional. Es decir, la nutrición era una forma de potencializar la producción y la disponibilidad de alimentos, las cuales mejoraría las condiciones nutricionales del trabajador. Con este objetivo, dicho plan se constituyó en dos componentes, el programa de Desarrollo Rural Integral (DRI) y en un grupo de programas relacionados con salud y nutrición. Dentro del DRI, se incluyó una serie de programas para incrementar la disponibilidad de alimentos, dentro de los cuales se encontraba la producción y distribución de alimentos subsidiados, entre ellos la Bienestarina”, dice en la investigación de Rojas.

Nótese lo que dice la investigadora y en lo que concuerda el hoy ICBF, “se debe tener en cuenta que la Bienestarina es un complemento alimentario y no sustituto de la alimentación o de la leche materna, debe consumirse, como parte de una alimentación balanceada, es decir que deben incluirse alimentos de todos los grupos, en las cantidades adecuadas, y mantener hábitos de vida saludable”.

En Colombia, era prioritario entonces educar a la gente en cuanto a una mejor alimentación. Pero estamos a tiempo… siempre hay tiempo para educar a las masas.

La Bienestarina y su futuro

El actual presidente de Colombia Gustavo Petro, propone producir más y mejores alimentos en el país para alimentar a los más pobres y eso toca a la Bienestarina. 

“Cuando el ICBF entrega Bienestarina está cometiendo un grave error, porque la bienestarina es productos importados al por mayor y la reparten a los niños, eso donde no se la roban. Pues no, para lograr que los niños estén nutridos lo que se tiene que lograr es que el territorio produzca la comida suficiente y no importarla y la Bienestarina debe costarnos un ojo de la cara cuando el territorio debería dar esa alimentación”, ha dicho el presidente.

La historia se sigue escribiendo…

1 Comentario

  • Jorge E julio 1, 2023

    El Dr Leonardo Sinisterra Barberena investigó en la Universidad del Valle y con la Fundación para el Desarrollo de la ecología humana , en 1967, una fórmula mejorada que donó al Bienestar Familiar. También contribuyó de manera significativa al desarrollo de la Bienestarina

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