Solo el 52% de los niños diagnosticados con cáncer superan los 10 años, pero hay avances en detección

Solo el 52% de los niños diagnosticados con cáncer superan los 10 años, pero hay avances en detección

Cada año en Colombia, cerca de 1.800 niños son diagnosticados con cáncer, siendo las leucemias y los linfomas los tipos más comunes, responsables del 60 % de los casos. Aunque los avances en tratamientos han mejorado las tasas de supervivencia, el cáncer infantil sigue siendo un grave desafío de salud pública en el país.

Si bien el 86 % de los niños diagnosticados con cáncer sobrevive al primer año, solo el 52 % logra superar los diez años, desde el dictamen médico. Por esta razón, la detección temprana es fundamental para salvar vidas. Sin embargo, identificar los signos de la enfermedad no es sencillo: síntomas como pérdida de peso sin causa aparente, fiebre persistente, palidez, inflamación de los ganglios o dolores óseos suelen confundirse con infecciones o enfermedades comunes. A esto se suman barreras geográficas para la población rural y la limitada disponibilidad de tecnologías de diagnóstico en ciertas regiones.

En esta batalla diaria, hay un héroe que trabaja incansablemente para hacer frente a la enfermedad: la citometría de flujo. Este examen especializado tiene la capacidad de identificar, con alta precisión, las células dañinas en una muestra sanguínea. Astrid Mora, líder clínica de BD para la región Andina, lo describe: “al igual que un superhéroe, la citometría de flujo tiene una misión clara: encontrar a tiempo las células dañinas, entre millones, para que los la población pediátrica reciba el tratamiento que necesita en cuestión de horas, a partir de una muestra de sangre”.

Como todo superhéroe, la citometría de flujo no actúa sola. Cuenta con aliados fundamentales: médicos, enfermeros, familias, docentes y cuidadores, quienes están atentos a las señales de alerta que indican que algo no está bien. El sistema de salud también juega un rol clave al garantizar infraestructura y personal especializado que respalden su labor.

A pesar de una identificación oportuna de síntomas por parte de los aliados, muchos niños que presentan síntomas de cáncer no logran acceder a un diagnóstico oportuno. En algunas regiones del país, la instalación más cercana que cuenta con esta tecnología sigue estando demasiado lejos, lo que resta valioso tiempo para iniciar el tratamiento. Rogerio Sperb, director general de BD Hub Andino, asegura: “desde BD trabajamos continuamente para acercar esta tecnología de vanguardia a más regiones del país, cerrando brechas de acceso y capacitando a más aliados de la citometría de flujo. Nuestro objetivo es que ningún niño en Colombia quede fuera de su protección”.

Cada vez que la citometría de flujo detecta a tiempo una leucemia o un linfoma, no sólo permite que un niño comience su tratamiento de manera oportuna, sino que también alivia la carga emocional y económica de sus familias. Como un auténtico héroe, esta tecnología protege y mejora la calidad de vida de la infancia en Colombia, brindándoles la oportunidad de convertirse en los superhéroes de sus propias historias.

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