Poco a poco toman vida de las cenizas los frailejones quemados en el Páramo Berlín en Santander.
Según la Universidad Industrial de Santander (UIS), aunque la parte de afuera se quemó en su totalidad, el cogollo, que está al interior aún seguía con vida.
Los frailejones seguían captando agua y esta es la principal función que cumple este ejemplar propio de los páramos de Colombia.
“Al abrir las hojas de los frailejones, se observó que el cogollo que permite su crecimiento permanece humedecido y protegido”, indicó el biólogo Diego Suescun Carvajal.