Por: Carmen Garrido (Psicóloga clínica)
Cuando se tiene una conexión profunda con nuestra pareja, entregamos mucha esperanza, y nuestra vida se vuelve vulnerable ante la relación, pues permitimos que ingrese a nuestro corazón, y nunca nos imaginamos cuándo se acabaría la relación, eso nunca pasa por nuestra mente. Pero de repente todo se acaba, y esto duele aún más. Y empiezan a nublarse los amaneceres y los atardeceres, los días se vuelven grises, y la tristeza, puede volver en depresión, la ilusión de la relación desaparece, y el dolor tan profundo que se asoma en la ventana de nuestro corazón, nos hace sentirnos heridos, rechazados y confundidos. Entonces nos hacemos preguntas, como: “qué hice yo para que acabara esto?, ¿Por qué terminó todo si marchaba bien entre los dos?
¿Tu compañero o compañera se aleja sin un cierre de la relación?
Aún duele más, cuando en una relación no se realiza un cierre, y no entendemos por qué esa persona se alejó. Hoy en día, y más en esta generación, han creado una modalidad nada sana para el cierre de las relaciones en pareja, y esto se debe a la falta de responsabilidad afectiva, empatía, madurez y voluntad sembrando indiferencia, o temor de sentarse frente a la persona para decirle que no quiere terminar la relación y no se siente como antes. Y todo esto conlleva a heridas profundas e incertidumbre para quien quedó enamorado o enamorada.
Este tipo de cierres no saludables, hace que el afectado empiece a juzgarse, sentirse rechazado, se baja la autoestima, se siente sin esperanza, y con culpa.
Carmen Garrido, psicóloga clínica
Lo más saludable para la salud emocional y mental, es hablar con la persona con quien deseas terminar la relación, acercarse con respeto, usar una comunicación asertiva, comentarles los motivos por la cual se da por retirada la relación de pareja, y terminar con términos amistoso, de este modo, para ambos es saludable, sabiendo que al terminar la relación.
Este modo de terminar la relación, no da pie para que alguno de los dos se busque, pues se cierra la relación de manera saludable, y en este caso, no es necesario bloquear a la persona. Es mucho más rápido la superación de la herida dejada.
Hay que vivir el proceso, el duelo, el desengaño en su debido tiempo, y toca realizar ese cierre sola, o solo, sin que la persona se encuentre.
Procesos para salir de un cierre abierto o mal sano: Entendamos que todo se requiere de un tiempo, pero hay que hacer el esfuerzo para que el duelo no sea extenso o mucho más doloroso.
Entender que no tienes la culpa de la falta de responsabilidad afectiva, y de quien no fue amable para salir de tu vida.
Entender que el que se va, es porque no merecía tu amor, cariño, lealtad, honestidad, y las atenciones debidas hechas a la persona.
Formas para agilizar el duelo:
Hacer una lista de las cosas desagradables que tu pareja te hacía, como hablar de mal genio, escuchar malas palabras, ofensas, mentiras, infidelidad, etc.
Evitar revisar sus redes sociales.
Vendrá algo mejor para ti, que encajará fácilmente en tu vida.
Cuando hay presencia de depresión y apatía por las cosas placenteras, es importante acudir a profesionales, que permitirán un acompañamiento y apoyo para elaborar el cierre.
Vendrá algo mejor para ti, que encajará fácilmente en tu vida.