El último estudio llamado ”Consumo de alimentos ultraprocesados, riesgo de cáncer y mortalidad por cáncer: un análisis prospectivo a gran escala dentro del Biobanco del Reino Unido” es una prueba de que los alimentos ultraprocesados (pizzas congeladas, embutidos, helados, salchichas y en general productos empacados altos en sodio y grasas) abren la puerta a ciertos tipos de cáncer.
El artículo publicado en The Lancet afirma que ”Se desarrollaron un total de 15 921 casos incidentes de cáncer durante 1 890 187 años-persona de seguimiento” (…) con el estudio se mostró ”riesgo elevado de incidencia de cáncer con niveles crecientes de consumo de UPF para múltiples sitios”. Así, “persistieron asociaciones estadísticamente significativas para el cáncer en general y el cáncer de ovario en mujeres por incremento de 10 puntos porcentuales en el Contenido de UPF de la dieta total”.
Este gran análisis de cohorte prospectivo realizado dentro del Biobanco del Reino Unido “proporciona una evaluación integral de las asociaciones entre el consumo de alimentos ultraprocesados y el riesgo de muchos resultados de cáncer específicos, por primera vez hasta donde sabemos”.
“Hay tres hallazgos particularmente notables: primero, cada incremento del 10 % en el contenido de UPF de la dieta se asoció con un aumento de la incidencia de cáncer general en un 2 % y de cáncer de ovario en un 19 %. En segundo lugar, los participantes con el cuartil de consumo de UPF más alto en comparación con el más bajo tenían una mayor incidencia de cáncer general y cerebral, y una menor incidencia de cáncer de cabeza y cuello. Finalmente, cada incremento del 10 % en el consumo de UPF se asoció con un aumento de la mortalidad por cáncer general en un 6 %, cáncer de mama en un 16 % y cáncer de ovario en un 30 %. Estas asociaciones persistieron después del ajuste de una variedad de factores socioeconómicos, conductuales y dietéticos clave”.
Una dieta sana protege
Investigaciones de la Organización Mundial de la Salud señalan que “llevar una dieta sana a lo largo de la vida ayuda a prevenir la malnutrición en todas sus formas, así como diferentes enfermedades no transmisibles y trastornos. Sin embargo, el aumento de la producción de alimentos procesados, la rápida urbanización y el cambio en los estilos de vida han dado lugar a un cambio en los hábitos alimentarios. Actualmente, las personas consumen más alimentos hipercalóricos, grasas, azúcares libres y sal/sodio; por otra parte, muchas personas no comen suficientes frutas, verduras y fibra dietética, como por ejemplo cereales integrales”.