Neuromodulación, la opción para tratar el dolor y el Parkinson

La neuromodulación está emergiendo como una opción llamativa para el manejo del dolor crónico y trastornos del movimiento. Para las personas que viven con Parkinson, temblores esenciales y otros trastornos del movimiento, así como para aquellos que manejan el dolor crónico, especialmente en las extremidades, la neuromodulación puede ayudarlos a vivir una vida mejor.

Las innovaciones continuamente hacen que las terapias y los dispositivos sean más efectivos para tratar estas condiciones, más cómodos de usar y menos perjudiciales para la vida cotidiana. El dolor crónico, por ejemplo, es complejo, y manejarlo a menudo significa consultar a múltiples especialistas, probar una variedad de tratamientos en secuencia y es posible que el paciente no siempre sepa las preguntas correctas para hacer en cada entorno médico.

Las siguientes son algunas preguntas orientadoras para que pueda comprender mejor las opciones de tratamiento para una persona que está experimentando el dolor crónico.

¿Qué tipo de profesional de salud debería buscar?

Su médico de atención primaria puede encargarse de muchos de los tratamientos de primera línea, como recomendar cambios en el estilo de vida, recetar medicamentos, remitirlo a fisioterapia y solicitar pruebas de imagen. Pero si estas intervenciones fallan y el dolor no desaparece, puede ser el momento de buscar atención de un especialista.

“Una vez que haya determinado que está experimentando dolor crónico, lo que significa que el dolor ha durado más de seis meses y no responde a la atención primaria, es probable que sea el momento de buscar el conocimiento especializado y las habilidades de un especialista intervencionista en manejo de este”, dijo. Dr. Allen Burton, director Médico del área de Neuromodulación de Abbott.

¿Entiende el dolor que está experimentando?

Ahora que está viendo a un especialista en manejo del dolor, es muy importante que pueda describir con precisión lo que siente. Esto incluye información como:

  • ¿Cómo comenzó su dolor?
  • ¿Cuánto tiempo ha experimentado el dolor?
  • ¿Cómo describiría cómo se siente su dolor? ¿Agudo? ¿Intermitente? ¿Suave?
  • ¿Qué exacerba su dolor y qué le ofrece alivio?
  • Usando números, colores o dibujos para describirlo o comparándolo con experiencias pasadas, ¿qué tan severo es su dolor?
  • ¿Cómo impacta su dolor en su vida? Por ejemplo, ¿está faltando al trabajo o a actividades sociales y familiares?, ¿es capaz de dormir?

“Ser capaz de detallar claramente lo que está experimentando puede ayudar a su especialista a diagnosticar y tratar adecuadamente su dolor. Al llevar un diario de su dolor y al seguir de cerca los tratamientos prescritos, puede hacer que su tratamiento avance”, agregó el Dr. Burton.

Otras opciones de tratamiento intervencionista se relacionan justamente con la neuromodulación. Esta incluye una serie de tratamientos, incluida la estimulación de la médula espinal y la estimulación del ganglio de la raíz dorsal. Si la neuromodulación tiene más sentido para usted, su médico lo ayudará a decidir qué tipo de tratamiento es apropiado para su dolor.

La terapia adecuada para usted dependerá de sus síntomas y de dónde se encuentre su dolor. Por ejemplo, la estimulación de la médula espinal puede ser mejor para las personas cuyo dolor se localiza ampliamente en el tronco y las extremidades. Hay otros dispositivos y terapias que se enfocan en el dolor que es más focal en el pie, la rodilla, la cadera o la ingle.

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