Neuromodulación, la opción para personas con epilepsia que no aplican para cirugía ni responden a medicamentos

La epilepsia es una de las enfermedades neurológicas crónicas más prevalentes en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a más de 50 millones de personas, y en Colombia, se estima que aproximadamente 300.000 ciudadanos conviven con esta condición. De acuerdo con la Academia Nacional de Medicina, 20 de cada 1.000 habitantes en el país la padecen, siendo la mayoría adultos en edad productiva, entre los 19 y 59 años.

Esta condición se manifiesta a través de crisis epilépticas recurrentes, provocadas por una actividad eléctrica anormal en el cerebro. Estas crisis no solo afectan la conciencia, el comportamiento o el movimiento, sino que pueden derivar en lesiones graves, discapacidades e incluso la muerte súbita. Para muchos, el impacto va más allá del aspecto médico: interfiere en la educación, el trabajo, las relaciones sociales y la calidad de vida de toda la familia.

VNS: Una alternativa segura, eficaz y humanizada

Aunque el tratamiento inicial se basa en medicamentos antiepilépticos, entre un 30% y 40% de los pacientes no logran un control adecuado de sus crisis. Para ellos, existen alternativas como la cirugía resectiva del cerebro, pero esta opción no siempre es viable o segura. Frente a esta realidad, la neuromodulación mediante estimulación del nervio vago (VNS) se presenta como una alternativa innovadora, mínimamente invasiva y con excelentes resultados clínicos.

“La terapia VNS representa un avance significativo para aquellos pacientes que no responden a medicamentos y no son candidatos a cirugía. Esta tecnología actúa sobre uno de los nervios más importantes del cuerpo, el nervio vago, modulando la actividad cerebral y reduciendo las crisis de forma segura y eficaz”, explica Carolina Molano, Field Clinical Manager de LivaNova, compañía líder mundial en terapias avanzadas para el sistema nervioso y cardiovascular.

El procedimiento consiste en implantar un pequeño generador de impulsos eléctricos, similar a un marcapasos, en la parte superior del pecho. Este dispositivo envía estímulos controlados al nervio vago mediante un delgado electrodo conectado en el cuello. La cirugía no requiere abrir el cráneo y se realiza bajo anestesia general, con una recuperación rápida y segura.

El dispositivo funciona de manera automática, pero también puede ser activado manualmente por el paciente con un imán especial en caso de presentir una crisis, permitiendo reducir su intensidad o incluso detenerla. Esta posibilidad ofrece autonomía y control a los pacientes, algo invaluable en su día a día.

Beneficios más allá del control de crisis

Los estudios clínicos y la experiencia internacional han demostrado que la VNS no solo reduce la frecuencia e intensidad de las crisis, sino que también mejora el tiempo de recuperación, el estado de ánimo y el comportamiento. Muchos pacientes reportan una sensación de mayor estabilidad emocional, mejor sueño y una notable mejora en su calidad de vida.

Para las familias, significa esperanza. Para los médicos, una herramienta poderosa. Para el sistema de salud, una solución costo-efectiva con gran impacto social.

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