Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mayoría de las mujeres experimentan la menopausia entre los 45 y 55 años de edad. Sin embargo, algunas mujeres comienzan este proceso a una edad temprana.
Este fenómeno, que se le conoce también, como menopausia prematura, puede deberse a anomalías cromosómicas, trastornos inmunitarios o a otras causas naturales.
En promedio, una mujer colombiana puede experimentar la menopausia entre los 47 y 55 años, sin embargo, la menopausia prematura puede aparecer sorpresivamente antes de los 40 años, pasando por alto los síntomas frecuentes de esta etapa, ya que algunos de ellos solo son detectables mediante exámenes de laboratorio y revisiones ginecológicas. Estos cambios afectan la producción de estrógenos, las hormonas responsables de las características femeninas y, pueden pasar desapercibidos hasta que cese la menstruación.
Menopausia no es vejez
Este periodo de transición, mejor conocido como perimenopausia, puede pasar desapercibido en mujeres entre los 30 y 40 años, ya que es común asociar a la menopausia con la vejez y bajo el mito de que ambos procesos no pueden existir el uno sin el otro. Lo cierto es que alrededor del 5% de las mujeres pueden dejar de menstruar permanentemente antes de los 40 años de edad.
“La menopausia es parte natural del ciclo de vida de toda mujer, una transición que marca el fin de una etapa y el comienzo de una nueva, la cual no solo significa dejar de menstruar, sino que trae consigo una serie de efectos en la salud y en la vida diaria, que pueden experimentarse de una mejor forma si se toman medidas preventivas desde los 35 años”, comenta Diana Vahos, especialista y Jefe de Capacitación y Relacionamiento de TENA.
Cabe resaltar que la menopausia temprana o prematura trae consigo síntomas similares a los de la menopausia habitual, afectando la calidad de vida de las mujeres. Los sofocos, cambios en el estado de ánimo, dificultades para dormir, sequedad vaginal y disminución de la libido son solo algunos de los síntomas físicos y emocionales comunes. Además, puede aumentar el riesgo de enfermedades cardio/cerebrovascular debido a la disminución de los niveles de estrógeno. Estos, pueden variar en intensidad y duración de una mujer a otra, y pueden influir en diversos aspectos de la vida diaria, desde el bienestar físico hasta el estado emocional y las relaciones personales. Del mismo modo, es posible sufrir infecciones genito-urinarias que provocan goteos de orina; isquemia o falta de circulación sanguínea, osteoporosis, debilidad en el piso pélvico, riesgo de cáncer de mama y nódulos mamarios, entre otros.
“En Colombia el 5% de las mujeres suelen experimentar estos síntomas, siendo la incontinencia urinaria uno de los más frecuentes, por eso, construir hábitos de vida saludable son el primer paso para fortalecer algunas de las partes del cuerpo que se ven más afectadas después de que los ovarios pierdan la capacidad de producir hormonas.” Resaltó la Oficina para la Salud de la Mujer (OASH).
Estas recomendaciones preventivas tiene el objetivo de mitigar el impacto de este proceso en la salud física y mental de la mujer. Además, se hace un llamado a desmitificar la idea de que la menopausia está únicamente relacionada con la vejez, proponiendo espacios educativos donde se pueda discutir este tema de forma digna y sin tabúes:
- Mantener un buen estado físico: caminando con regularidad o haciendo ejercicios que fortalezcan el corazón, mejoren la circulación y eviten la retención de líquidos.
- Tomar el sol con frecuencia antes de las 10:00 A.M. o en las tardes después de las 4:00 P. M. siempre con protector solar para evitar quemaduras en el cuerpo. Esto es una buena fuente de vitamina D, indispensable para mantener una buena salud.
- Implementar y mantener una alimentación balanceada, capaz de nutrir al cuerpo y protegerlo
- Limitar el consumir tabaco y alcohol, o en su defecto eliminarlo de los hábitos de consumo.
- Asistir a controles ginecológicos al menos una vez al año para hacerle un seguimiento a los cambios que vayan apareciendo con el paso del tiempo.
- Evitar en lo posible la automedicación: consultar con un médico antes de tomar medicamentos, ya que cada cuerpo es distinto y debe ser analizado por un profesional de la salud teniendo en cuenta las características específicas de cada persona.
- Empezar a cuidar el suelo pélvico: existen muchos ejercicios que se pueden aplicar para fortalecer este músculo.
- Establecer una rutina de sueño saludable: dormir bien y por el tiempo necesario es de las mejores acciones que se pueden tomar para estar sano.