“Me hubiera gustado que hablaran conmigo, nadie sabía lo que yo estaba pasando. Trataron de violarme, y me daba pena contarlo”, dice Eva, de 20 años y quien intentó quitarse la vida una vez.
El suicido alcanza a los jóvenes colombianos en los hogares y en la escuela. Según la Organización Mundial de la Salud, unas pocas palabras pueden hacer la diferencia:
“Se recomienda mantener conversaciones compasivas, delicadas, fomentar entornos seguros donde los jóvenes sepan que pueden hablar con alguien cuando lo necesiten”.
Y es que la adolescencia puede estar marcada por los exámenes, el divorcio de los padres, por los primeros amores, la presión de los compañeros y las modas, recalca la Organización Mundial de la Salud.
El psiquiatra Roberto Re afirma que “la psicoeducación es necesaria. El suicidio puede ser evitado. El suicidio comienza por un estado de ansiedad, por la cual la persona enferma cree que no puede contenerse. Muchas veces se disfraza de falsa realidad, diciéndoles que la muerte es el camino que buscan, pero es mentira”.
El informe “Análisis de las cifras sobre suicidio e intento de suicidio infantil en Colombia en el periodo 2015 y julio de 2022” hecho por la Alianza por la Niñez Colombiana, World Vision Colombia y la Defensoría del Pueblo es estremecedor. El estudio halló que entre enero de 2015 y julio de 2022 se cometieron 2.060 suicidios y 32.719 intentos de suicidios de niñas, niños y adolescentes. Hoy más que nunca la problemática afecta la garantía plena de los derechos de la niñez y la adolescencia en el país.
El no saber cómo resolver algún problema es una de las causas más frecuentes para las ideaciones suicidas y es allí donde los programas de salud mental son vitales, no solo en las zonas urbanas sino en las áreas rurales donde crece este fenómeno.
Si eres de la Costa y tienes ideas suicidas, comunícate en Barranquilla a la Línea de la Vida: 3399999 – 3153002003. Línea ALBA 195.