La música nos puede proteger contra la enfermedad de Párkinson

En Colombia más de 100.000 personas sufren la enfermedad de Parkinson y más de medio millón son afectadas como familia o cuidadores. 

Entendiendo que la enfermedad de Parkinson es una enfermedad que va más allá del temblor y los síntomas motores y que también se evidencia en los síntomas no motores, la doctora Claudia Moreno nos comparte algunas recomendaciones adicionales que contribuyen con el bienestar general de pacientes con la enfermedad de Parkinson. 

Realizar actividades de musicoterapia: de acuerdo con un estudio realizado por la Dra Natalia García Casar, neuróloga y profesora de la facultad de Medicina de la Universidad de Málaga, la musicoterapia activa la corteza motora y mejora el movimiento debido a las conexiones cerebrales que existen entre el sistema auditivo y el sistema motor. De hecho, se pudo observar como de manera involuntaria, el cuerpo de las personas buscaba sincronizarse con el ritmo de la música, haciendo que los movimientos de las personas fueran mucho más fluidos. También son muy bien conocidos los estudios de los grupos argentinos de los efectos del Tango en los pacientes con al enfermedad de Parkinson por el mismo mecanismo.

Otros beneficios de la musicoterapia a nivel no motor, es el mejoramiento del estado anímico del paciente. 

Hacer ejercicio físico de manera regular: el ejercicio físico puede ayudar de muchas maneras. Tanto físicamente como emocionalmente. Mantenerse activo, permite desarrollar la fuerza, mejorar el equilibrio, la flexibilidad y la postura. 

Adicionalmente hacer ejercicio brinda la oportunidad para crear interacciones sociales y evitar el aislamiento. También ayuda a controlar el estrés, depresión y mejorar la calidad del sueño. 

El baile, boxeo, tai-chi, yoga y pilates, son algunos de los entrenamientos más comunes en pacientes con la enfermedad de Parkinson, ya que combinan el ejercicio aeróbico, fuerza, flexibilidad y trabajan la memoria.

Por otra parte muchos estudios avalan el hecho de que el ejercicio, retrasa de alguna manera la progresión de la enfermedad de Parkinson sugiriendo un efecto neuroprotector.  

Alimentación consciente: alimentarse adecuadamente implica comer regularmente y consumir una gran variedad de alimentos de todos los grupos alimenticios (granos, vegetales, frutas, productos lácteos, carnes y fríjoles). 

Para controlar el estreñimiento, síntoma frecuente en pacientes con la enfermedad de Parkinson, es importante el consumo adecuado de alimentos ricos en fibra. También comer verduras y frutas ayuda con la hidratación y regula la digestión. 

La dieta mediterránea ha demostrado también un efecto neuroprotector por sus efectos antioxidantes en las neuronas, retrasando la progresión de la enfermedad y mejorando la respuesta a los diferentes tratamientos. 

Tratamiento farmacológico: Hay una gran variedad de tratamientos que ayudan a controlar los síntomas motores de la enfermedad. Sin embargo teniendo en cuenta la historia clínica del paciente y el estadio de la enfermedad, el médico tratante podría complementar la terapia estándar, con un coadyuvante como la Safinamida, que por sus mecanismos de acción e impacto positivo no solo en síntomas motores sino también en los síntomas no motores, pueden mejorar la calidad de vida y el bienestar de los pacientes.

Apoyarse en los programas de soporte al paciente: estos programas brindan una gran variedad de herramientas a las personas que padecen la enfermedad. Su finalidad es darles información completa sobre la enfermedad y acompañarlos en el manejo de la misma, incluyendo la importancia del uso adecuado de los medicamentos, y estilos de vida saludables, para que los pacientes puedan continuar con su vida cotidiana y tener una buena calidad de vida. 

Es importante aprender a manejar la enfermedad con tratamientos y actividades que ayuden a que el paciente tenga una mejor calidad de vida, donde se manejen todos los aspectos de la enfermedad y se controlen los síntomas motores y no motores, que tienen una afectación directa en la salud emocional de las personas que lo padecen.  

Hay compuestos como la Safinamida que ayudan a que el paciente tenga una mejor calidad de vida, debido a que su doble mecanismo de acción tiene un impacto positivo tanto en los síntomas motores como los no motores. Así mismo, permite alargar el efecto dopaminérgico de la levodopa optimizando su repuesta y logrando un adecuado control por más horas al día por su efecto inhibidor de la enzima Monoamino-oxidasa (IMAO) y por su efecto anti NMDA, el receptor del principal neurotransmisor excitatorio del cerebro humano. También permite un mejor control de las discinesias. Es importante aclarar que la  indicación aprobada de la safinamida es para manejo de fluctuaciones motoras en etapas medias y avanzadas de la enfermedad”, dice la Dra. Claudia Moreno, médica neuróloga, especialista en la enfermedad de Parkinson y movimientos anormales de la Fundación Cardio Infantil.

Temas:

Facebook
Twitter
WhatsApp
Telegram
Email
Print