El estudio ‘Estado de situación actual y oportunidad para las personas con discapacidad, no sujetas a pensión de invalidez’, llama la atención sobre la tendencia en aumento de personas con discapacidad, entre otras causas, por envejecimiento de la población; el fenómeno de ‘feminización’ de la discapacidad y el aumento en las brechas de inclusión laboral entre la población con discapacidad y la que no tiene discapacidad.
La Seguridad Social de la población con discapacidad en Colombia estuvo en primera fila en la Escuela Colombiana de Rehabilitación, donde la Corporación para el Desarrollo de la Seguridad Social (CODESS) y la Universidad Nacional de Colombia, presentaron los resultados del estudio sobre la situación actual de las personas con discapacidad frente a la implementación de las políticas públicas nacionales y territoriales.
Titulado Estado de situación actual y oportunidad para las personas con discapacidad, no sujetas a pensión de invalidez, la investigación brinda el panorama de una población que se enfrenta a una implementación deficiente de las políticas públicas de protección y de diversidad e inclusión laboral a las personas con discapacidad.
Con una metodología de diseño cuantitativo y cualitativo, este análisis se realizó en Valledupar (Cesar), Tocancipá (Cundinamarca), Bogotá y la localidad de Sumapaz e incluyó a personas con discapacidad, sus familias y cuidadores, así como actores relevantes del sistema de protección social.
En términos sencillos, en 2006 la ONU determinó que “las personas con discapacidad incluyen a aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás”.
El Informe mundial sobre discapacidad de la Organización Mundial de la Salud en 2011, hablaba de 1.000 millones de personas con, al menos, una discapacidad.
De acuerdo con cifras del Dane, a corte de 2023 en Colombia había 3’134.037 personas con dificultades para realizar actividades básicas diarias, 7,15 % de la población del país. Entre tanto, la Encuesta Nacional de Vida -ENV- de 2021 del Dane hablaba de 2,9 millones, de los cuales 54,9% eran mujeres y 45,1% hombres. Los tipos de discapacidad más frecuentes son: auditiva, física, intelectual, visual, sordoceguera, psicosocial y la discapacidad múltiple, señala la investigación.
Mujeres, las más afectadas
Explica que, en términos estadísticos, las discapacidades que se miden son las limitaciones por actividades y llama la atención que son las mujeres las que más las padecen, pues en 2005 había 98 mujeres con discapacidad por cada 100 hombres, en tanto que para 2018 la proporción era de 117 mujeres por cada 100 hombres. Esto, anota el estudio, puede estar asociado con su mayor sobrevivencia hasta edades avanzadas.
Pobreza, trabajo incluyente y personas con discapacidad
Otro aspecto que observar es el que se refiere a la pobreza. Las personas con discapacidad y sus familias en Colombia tienen mayor incidencia, intensidad y niveles de pobreza multidimensional.
Entre 2018 y 2019 se presentaron mejoras en los indicadores de acceso al mercado de trabajo, pero las personas con discapacidad que trabajaban es la mitad respecto a las que no tienen discapacidad.
Los reportes del mercado laboral entregados por el Danepara el trimestre mayo-julio de 2023 muestran que la Tasa General de Participación de población con discapacidad es de 24,6%, es decir, más de siete de cada 10 personas con limitaciones físicas o cognitivas no tienen trabajo.
Según la Dra. Flor Esperanza Rodríguez Ferro, Coordinadora del estudio realizado por CODESS y la Universidad Nacional, destacó un hallazgo del estudio. “en uno de los territorios donde se llevó a cabo la investigación se encontró un resultado alarmante para las personas con discapacidad que buscan empleo, pues, dentro de la población que encontró empleo, la persona que menos se demoró buscando empleo tuvo que esperar tres años, mientras la que más tardó buscando empleo reportó que fue de 5 años”.
El Dr. Enrique Arrieta, director del Centro de estudios Sociales y Laborales de la Andi destacó que, en junio de este año, en un encuentro internacional de la Organización Internacional del Trabajo -OIT- la Comisión de Aplicación de Normas, se miró el caso de Colombia por presunto incumplimiento del convenio 159 de ese organismo – Convenio sobre la readaptación profesional y el empleo (personas inválidas)- que promueve la inclusión laboral de las personas en condición de discapacidad y quedó como tarea pendiente redoblar esfuerzos en tres aspectos:
“Primero, es muy importante que todas las políticas con incidencia en el ámbito laboral se realicen como consulta tripartita, es decir, con participación de las personas en situación de discapacidad. Segundo, en el sistema de promoción para el trabajo es de vital importancia que los mecanismos de verificación, entrenamiento y reentrenamiento adopten un enfoque diferencial que también facilite la inclusión laboral. Y el tercer punto que se examinó fue el del reconocimiento de las realidades de esta población en los territorios y particularmente en el sector rural”.
Además, Ana Moheredano, vicesecretaria general de la Organización Iberoamericana de Seguridad Social – OISS, resaltó que las personas con discapacidad representan el 15% de la población de los países iberoamericanos (cifras del Banco Mundial y de la OMS) y lo que esto puede implicar.
“Es decir, son cerca de 85 millones de personas, un potencial grande como parte de nuestra ciudadanía y además por su incorporación a las economías. Sin embargo, hay una vinculación muy estrecha en todas las naciones del mundo, casi un círculo vicioso, entre pobreza y discapacidad. Son las personas con menores recursos y, por lo tanto, las que acceden en menor medida a todos los niveles educativos en todos los países de la región, a empleos precarios con menores salarios y esto de alguna manera perpetúa ese círculo vicioso”.
Finalmente, la Dra. Sandra Álvarez, directora del programa Pacto de Productividad que trabaja hace 15 años con esta población, apuntó que las personas con discapacidad mantienen una muy baja tasa de ocupación (21%) frente a las que no tienen discapacidad (56%). Igual pasa respecto a la informalidad 71%, frente a un 50%.