Fuerza en la leche materna: Necla alimentó a su bebé 4 días hasta su rescate tras terremoto

Necla Camuz quedó atrapada con su bebé bajo un armario, en un espacio reducido donde no se podía mover bien durante cuatro días. En ese tiempo, su leche materna alimentó al pequeño Yagiz, que estuvo fuerte y sano hasta que apareció el equipo de rescate.

Necla contó a la BBC que cuando estaba bajo los escombros tras el terrible terremoto que sacudió a Turquía, en la oscuridad perdió todo sentido del tiempo, pero se concentró en su bebé. “Pensaba que así no era como se suponía que debía ser la vida. Planeas muchas cosas cuando tienes un nuevo bebé y de repente estás bajo los escombros”, dijo.

No tenía acceso a ninguna fuente de agua o comida y contó que intentó beber su propia leche materna sin éxito. 

Esta es una historia que demuestra la fortaleza de una madre y algo importantísimo: lo extraordinaria que es la leche materna para un recién nacido.

La leche materna, comida excepcional

Según la Organización Mundial de la Salud, “La leche materna es la primera comida natural para los lactantes. Aporta toda la energía y los nutrientes que el niño necesita en sus primeros meses de vida, y sigue cubriendo la mitad o más de las necesidades nutricionales del niño durante el segundo semestre de vida, y hasta un tercio durante el segundo año”.

La leche materna fomenta el desarrollo sensorial y cognitivo, y protege al niño de las enfermedades infecciosas y las enfermedades crónicas. La lactancia materna exclusiva reduce la mortalidad del lactante por enfermedades frecuentes en la infancia como la diarrea o la neumonía.

Pero para la madre también tiene beneficios, pues contribuye a su salud y bienestar. Ayuda a espaciar los embarazos, reduce el riesgo de cáncer de ovario y mama, aumenta los recursos familiares y nacionales, es una forma de alimentación segura, y carece de riesgos para el medio ambiente.

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