En Etiopía hay un caso sorprendente: una chica llamada Muluwork Ambaw afirma no haber comido en 16 años y los médicos que han conocido su caso no pueden hallar el por qué de su pérdida de apetito pero sobre todo, de su buen estado físico.
“Cocino para mis hijos, cocino mucho, pero nunca tengo apetito”, dice Mulu.
Ella cuenta que durante su embarazo, tuvieron que administrarle glucosa para el desarrollo de la bebé; dice que por su condición médica no pudo generar leche materna.
Esta mujer de 26 años, solo va al baño a ducharse, pues no tiene necesidades fisiológicas.
“La gente que vea esta historia puede creer o no creer, pueden vivir conmigo si quieren, venir y ver cómo vivo”.
Médicos de todo el mundo van a visitar a Muluwork a su vivienda, corroborando que no tiene en su organismo rastros de comida. Ella ha estado en países como Dubai y Arabia Saudita para conocer más sobre su condición, pero nadie tiene una explicación. Solo anotan que está 100 por ciento sana.
Mucha gente también va a visitarla, asombrada por su caso. Es un suceso sorprendente pero a la vez cotidiano para sus vecinos.
Un misterio médico del mundo moderno.