El teletrabajo está deprimiendo y agotando a los trabajadores ¿Cómo te sientes?

María Isabel cuenta su historia trabajando desde casa: “siento que al abrir los ojos y revisar mi celular ya estoy trabajando y en ese instante el estrés se mezcla con la prisa de hacer el desayuno y algunos quehaceres antes de abrir mi computador”.

Es peor si hay niños, mascotas y no se cuenta con una niñera o dama del servicio. ¿El teletrabajo nos está agobiando?

Hoy, las empresas enfrentan el desafiante reto de traer a los empleados nuevamente a las oficinas, en un contexto donde sobresale un alto porcentaje de personas que manifiestan resistencia para retornar presencialmente al cien por ciento. 

Sodexo realizó el estudio: “Consumer journeys Usage & Attitude survey” en el que identifica que, en el mediano plazo, el 61% de los colaboradores encuestados desea volver de 2 a 3 veces por semana a la oficina.

Juan Pablo Castillo RH LatAm / Colombia y vocero de Sodexo “explica que el modelo virtual hoy permite a miles de personas: dormir hasta un poco más tarde, ahorrarse el tiempo de los trancones y evitar gastos e incomodidades del transporte público, sin embargo, este mismo modelo se ha venido convirtiendo en una verdadera arma de doble filo que viene afectando la calidad de vida de los trabajadores”. Esto a razón de que, “aspectos como el multitasking hace que las personas se vean obligadas a realizar un sinfín de actividades a la vez: quehaceres del hogar, cocinar, estar pendiente de los hijos y de las mascotas, entre otras acciones que terminan mezclándose con la lista de pendientes del trabajo, haciendo que no se distinga la jornada laboral de la rutina privada del hogar. Es por esto que, a finales del año pasado, la Organización Mundial de la Salud y la Organización Internacional del Trabajo, hicieron el llamado a adoptar medidas concretas para abordar los problemas de salud mental en el entorno laboral”, asegura el experto. 

Por este motivo, los espacios laborales físicos continúan privilegiando diversas actividades que en casa no se pueden desarrollar como se desearía y que aportan a la salud de las personas, por ejemplo, el trabajo focalizado, las áreas de silencio o el trabajo colaborativo o de invención, la socialización y el ambiente exterior que permiten generar un espacio distinto al de la casa y que proporciona bienestar.  

Las empresas deben transformarse

Sale a flote la necesidad de implementar políticas flexibles que enfoquen todos sus esfuerzos en transformar los espacios de trabajo para poder hacerle frente a esta situación que aqueja no solo a los grandes empresarios sino también a los pequeños, pues si el trabajador no está bien, los índices de productividad tampoco lo están. 


Se estima que cada año, se pierden 12.000 millones de días de trabajo debido a la depresión y la ansiedad, lo que cuesta a la economía mundial casi un billón de dólares.

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