Desarrollo de estudios moleculares y genómicos permiten caracterizar tumores de forma más precisa

De acuerdo con la Cuenta de Alto Costo, al 31 de octubre de 2024 se registraron 651.589 casos prevalentes de cáncer en Colombia y entre el 2 de enero de 2023 y el 1 de enero de 2024 se notificaron 62.000 diagnósticos nuevos, de los cuales más del 93 % correspondieron a cáncer invasivo. Estas cifras reflejan el enorme desafío que esta enfermedad tiene para el sistema sanitario y la necesidad de seguir fortaleciendo las estrategias de prevención, detección temprana e investigación.

Según datos de Globocan 2022, en Colombia los cánceres de mayor incidencia fueron: mama con 17.018 casos, próstata con 16.479, colorrectal con 11.163, estómago con 8.938 y pulmón con 7.196 casos. Estos tipos de cáncer coinciden con los que globalmente generan mayores retos en mortalidad y carga económica, lo que confirma la importancia de contar con investigaciones que permitan caracterizar su comportamiento en la población colombiana y definir políticas públicas más eficaces.

De acuerdo con July Rodríguez, directora científica de la Fundación para la Investigación Clínica y Molecular Aplicada del Cáncer, FICMAC, se reconoce que en el país ya se ha avanzado en términos de investigación en oncología. Cada vez se están desarrollando estudios moleculares y genómicos que permiten caracterizar tumores de forma más precisa y permiten mejores pronósticos en la atención del cáncer.

La investigación en medicina de precisión no es una apuesta futura, es una necesidad presente: cada perfil molecular que conocemos, cada biomarcador que identificamos nos acerca a tratamientos más efectivos y a diagnósticos de cáncer que salvan vidas. Gracias a la medicina de precisión hemos ganado más de 98.000 años de vida con calidad para nuestros pacientes. En cáncer de pulmón, por ejemplo, donde antes la expectativa era de 14 a 16 meses, hoy los tratamientos dirigidos logran supervivencias de 3 a 5 años o más. No solo extendemos la vida, también mejoramos cómo se vive.” Señala July Rodríguez.

El impacto económico también es significativo; de acuerdo con estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE, el cáncer genera costos crecientes en productividad, ausentismo laboral y presión sobre los sistemas de salud. En países como Colombia, estos efectos se suman a las brechas de acceso y a la necesidad de invertir en infraestructura científica y tecnológica, lo que refuerza la urgencia de consolidar políticas que hagan sostenible la investigación y mejoren la equidad en atención oncológica.

Temas:

Facebook
Twitter
WhatsApp
Telegram
Email
Print

Otro contenido