“El totumo es bueno para la salud porque de él se saca jarabe para la tos; sirve para alimentar animales, yo le doy eso a mis gallinas, las vacas y están libres de peste. Lo utilizo para hacer los platos, totumas, cucharas y demás”, cuenta en entrevista Gleisy Hernández, quien vive en San Antonio de Palito, en Sucre.
Los platos y cucharas de totumo cobran especial relevancia en Colombia tras entrar en vigor la Ley 2232 de 2022 mediante la cual “se establecen medidas tendientes a la reducción gradual de la producción y consumo de ciertos productos plásticos de un solo uso y se dictan otras disposiciones”. Esta norma busca salvaguardar los derechos fundamentales a la vida, la salud y el goce de un ambiente sano, incluye medidas aplicables en el territorio nacional orientadas a la búsqueda de alternativas sostenibles y al cierre de ciclos de estos materiales.
El totumo es un árbol de las tierras cálidas, que puede medir hasta 7 metros de alto. Sus frutos son esféricos o cilíndricos, de hasta 25 cm de diámetro, de cáscara dura y de color verde brillante, que contiene numerosas semillas envueltas en una pulpa blanca. El fruto seco es ampliamente utilizado como recipiente y para elaborar diversas artesanías, como cucharas y tazones, mientras que la pulpa se usa como medicina o para alimentar animales.
A lo largo de la Costa Caribe encontramos estos recipientes de totumo, que fácilmente pueden reemplazar las cucharas y platos plásticos. Su elaboración tarda unos dos días y sobre estas piezas de artesanías se tallan figurillas, propias de la Costa. El valor de cada cuchara (que puede durar años) oscila entre los dos mil y tres mil pesos, por lo cual es una inversión que vale la pena si de deshacernos del plástico hablamos.
Damileth De Armas, de la Universidad Nacional de Colombia, dice que la transición hacia prácticas más sostenibles requiere de un cambio cultural y estructural. “Las empresas deben invertir en nuevas tecnologías y procesos, mientras que los consumidores deben adaptarse a nuevas formas de consumo, sin embargo, esta transición también ofrece oportunidades, pues la Ley puede incentivar la innovación y el desarrollo de nuevas soluciones sostenibles en el mercado. Además, puede generar conciencia ambiental y fomentar un comportamiento más responsable entre la población”.
Oportunidad de innovar
Un informe de MarViva señala que “la producción de algunos plásticos de un solo uso en Colombia representa solamente el 0,07 por ciento del Pib agregado nacional. Por lo tanto la prohibición de estos elementos tendría un impacto poco significativo en el crecimiento económico del país, que podría ser compensado con las posibilidades de innovación y competitividad del desarrollo de alternativas y el fortalecimiento de la gestión del plástico”.
