Por: Mallerlin Marimón Escudero, abogada Especialista en Derecho Médico, Magister en Responsabilidad Civil y del Estado y consultora y litigante en Salud
Si algo está claro, es que a nivel mundial hay escasez de órganos disponibles, lo cual ha obligado a muchos países a elaborar políticas públicas que concienticen a la población sobre la importancia de donar, lo anterior unido al mejoramiento de la respuesta de sus sistemas de salud.
En los últimos 20 años el Estado colombiano consciente de la importancia de aumentar el número de donantes, en consonancia con el aumento de pacientes en lista de espera, ha propiciado un desarrollo normativo, administrativo y funcional para garantizar cada vez más la obtención de órganos y tejidos en las mejores condiciones, que a su vez puedan ser trasplantados de manera exitosa.
Sin embargo, aunque existe la Ley 1805 de 2016 mediante la cual se establece la presunción legal de donación de componentes anatómicos para fines de trasplantes (lo que quiere decir, que en Colombia todos somos donantes de órganos y tejidos a menos que en vida hubiésemos manifestado nuestra voluntad de no serlo) aún estamos lejos de equiparar cifras entre donaciones efectuadas respecto del número de órganos y tejidos efectivamente trasplantados.
Un llamado a las IPS y al sistema de salud
Sobre este asunto, el Instituto Nacional de Salud(INS) en el año 2022 hizo un llamado a todas las IPS (Clínicas y hospitales) con UCI y neurocirugía del país, para que teniendo en cuenta el marco normativo que regula la donación de órganos y tejidos, dispongan talento humano entrenado para adelantar los procedimientos necesarios para la oportuna detección, selección, mantenimiento y demás acciones que hagan posible la donación de órganos y tejidos en las mejores condiciones posibles para los pacientes que se encuentran en lista de espera.
Justamente, en investigaciones adelantadas por el INS para el 2021, se estimó que en el mes de septiembre fueron registrados cerca de 660 trasplantes de órganos (riñón, corazón, hígado, pulmón, intestino, páncreas) con donante vivo o cadavérico, arrojando una disminución del 31,68% respecto al año anterior. Paralelamente la lista de espera en Colombia durante el 2022 llegó a las 3.580 personas, cifra que aumentó teniendo en cuenta que en el 2021 estaba en 2.946 casos.
Bolívar hace parte de la Regional 5 en la Red de Donación y Trasplantes con sede principal en el Atlántico, sede que además coordina los departamentos de Magdalena, Guajira y Sucre. Para el año 2020 en la región se registraron tan solo 23 procedimientos, lo cual es significativamente bajo respecto al número de pacientes con enfermedades crónicas terminales, esperando la oportunidad de acceder a dicho procedimiento.
Finalmente, frente al panorama poco alentador, se debe trabajar articuladamente entre los diferentes actores del sistema de salud incluyendo el Ministerio de Salud, entes territoriales (secretarias municipales, distritales y departamentales de Salud), IPS (Clínicas y Hospitales), EPS y por supuesto la comunidad en general para que se abran frente a este tema, dejen el miedo y se informen mucho más (potenciales donantes).
¿Qué deberían hacer?
Las entidades deberán enfocarse en acciones de promoción de la donación, preparación del talento humano en salud a través de cursos de medicina de la donación, en aspectos de detección oportuna de posibles donantes y conservación de órganos y tejidos en condiciones seguras hasta su trasplantación, generar políticas públicas de obligatorio cumplimiento por parte de IPS con UCI para la implementación de los procesos y procedimientos de extracción de los órganos y tejidos, realizar seguimiento y control efectivo a las EPS a fin de que garanticen el acceso a los servicios integrales al potencial donante vivo, cuidando susalud y brindándole el cuidado con la más alta calidad en atención a que dicho servicio estéincluido dentro del Plan de Beneficios en Salud.