Preocupan las costumbres nutricionales de algunos jóvenes que están consumiendo comida para perros pues creen que es un alimento que puede proporcionarles nutrientes durante su rutina de ejercicios.
Una revisión sobre el tema, hecha por la doctora nutricionista Kathy Warwik en Estados Unidos y publicada en HealthLine desaconseja totalmente esta práctica.
Y es que, los subproductos animales que se encuentran con frecuencia en la comida para perro incluyen restos de carne, huesos molidos, piel, órganos y partes de animales dañadas, las cuales se consideran no aptas para el consumo humano.
Algunos alimentos para mascotas contienen además fospafo bicálcio y fosfato monocálsico, uno de los fosfatos inorgánicos más utilizados en la alimentación porcina por su alto contenido en fósforo y a su alta digestibilidad.
Aparte contienen material mineral (cenizas) o sílica que tiende, en altas cantidades a resecar las heces.
El cuerpo humano tiene necesidades diferentes a las de los perros, así que la comida para perros no contiene todos los nutrientes que el humano necesita para mantenerse saludable.
Vitamina K3
Ciertas variedades de comida para perros contienen una forma sintética de vitamina K conocida como menadiona o vitamina K3
Aunque la vitamina K es necesaria para la coagulación normal de la sangre, la buena salud de los huesos y de otros tejidos, los humanos no pueden consumirla en exceso porque sería tóxica.
“La toxicidad de la vitamina K pueden incluir anemia por rotura de glóbulos rojos e ictericia”, según Manual MSD.
La recomendación es que nunca contemple comida para perros en su dieta.