Los niños de San Jacinto ahora saben que los tití cabeciblanco no son mascotas y que su hábitat es el bosque seco tropical.
En el Museo Comunitario de San Jacinto, El Signo Vital organizó el primer taller “Conozcamos al tití cabeciblanco” donde aprovechando que se acerca la Navidad, se entregó un regalo muy especial a cada asistente: peluches del primate, endémico de la Costa Caribe Colombiana.
Katerine Torregrosa, bióloga y coordinadora del área de proyectos sociales de la Fundación Proyecto Tití, fue la encargada de impartir el taller. A través de dinámicas, manualidades y canciones, los niños pudieron conocer cuáles son las características del tití, por qué no deben permanecer en cautiverio y qué hacer cuando aparecen en el casco urbano.
“Hoy les enseñamos a los niños que los monos tití deben permanecer en el bosque seco tropical pues allí tienen su alimento, pueden relacionarse con otros ejemplares y es su casa”, señala la bióloga.
Los asistentes, de 7 a 15 años, pudieron poner en práctica sus habilidades artísticas coloreando un mono tití y bailando al compás de la champeta “ChampeTITIando”, que invita a proteger esta pequeña especie.
De forma especial, los peluches tití fueron elaborados por la migrante venezolana Meralys Sandoval, quien a su vez saca adelante su emprendimiento “Lindos Detalles”.
“Desde la Fundación Soy Vital y El Signo Vital creemos que incluso una entrega de regalos puede tener un gran significado y dejar un excelente mensaje de conservación, por eso decidimos regalarles este evento gratuito a los niños sanjacinteros”, añadió Ivis Martínez Pimienta, directora de El Signo Vital.
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Este evento fue posible gracias al apoyo de Cuidado Seguro en Casa, la Firma de Auditoría FINXAT, Museo Comunitario de San Jacinto, Asocomangle y amigos de El Signo Vital como Álvaro Guete, José Vásquez, Laura Suárez, y los artistas Carlos Olivera y Cira Correa Villalobos.