Candy, la perrita de 10 años que vive con un marcapasos en Colombia

Veterinarios en Bogotá y Medellín le diagnosticaron a Candy una arritmia, un bloqueo atrioventricular de tercer grado. Esta cardiopatía le generaba constantes desmayos e inactividad, toda vez que al interior de su cuerpo el corazón crecía por esta causa. Por esa razón, los profesionales en salud animal optaron por el implante de marcapasos.

Por segunda vez la Universidad CES cumplió este hito extraordinario para la salud y medicina veterinaria en Colombia por medio del Centro de Veterinaria y Zootecnia (CVZ).

Candy, en la sala de operación

Se trata de Candy, una perrita criolla proveniente de Bogotá. Con 10 años, ella fue diagnosticada con arritmia. Fue remitida al Centro de Veterinaria y Zootecnia de la Universidad CES en Medellín, tras conocer la exitosa cirugía que se le practicó a Romeo, un gato de raza Maine Coon, la primera especie en su tipo que recibió el dispositivo en el país y hoy está en buen estado de salud. Candy es el primer canino que recibe el marcapasos de parte de la Universidad, pero no es el único en el país.  

¿En qué consiste el implante de marcapasos?

“Es poner un electrodo en el ventrículo izquierdo. Lo que hace el electrodo es que el ventrículo se contraiga a la frecuencia de los atrios. Ahora ya no se contrae en 20 latidos como estaba Candy, sino que se programó en un rango entre 80 y 150 latidos por minuto”, explicó María Adelaida Mejía, médica veterinaria y coordinadora de Área de Cardiología en el Centro de Veterinaria y Zootecnia de la Universidad CES.

Después de la cirugía, Candy no tendrá nuevos desmayos, será más activa y podrá salir a caminar con Lizeth y Andrés en Bogotá, junto a la manada que la acompaña de la Fundación Cosmo.

La cirugía 

La cirugía inició pasadas las 7:30 de la mañana del martes 28 de marzo de 2023. Adentro del quirófano del CVZ se preparaba un equipo de profesionales de salud humana y animal integrado por 15 personas entre estudiantes, rotantes, médicos veterinarios, cardiólogos de salud humana y auxiliares.

Afuera de la sala de cirugía estaban la pareja Lizeth Katherine Reyes y Andrés Roncancio Sépulveda, una abogada y un ingeniero mecánico, quienes desde 2018 decidieron rescatar y adoptar a Candy de un refugio de Bogotá y darle una segunda oportunidad. Aguardaban pacientes, tranquilos y a la espera de información.

Para llegar hasta el CVZ emprendieron una travesía de 506 kilómetros en carro de Bogotá a Medellín, tras ser remitidos a los veterinarios de la Universidad CES por su experiencia en el implante de marcapasos a animales domésticos. Ambos, serenos, confiaban en los profesionales de Medellín para darle una tercera oportunidad a Candy.

Candy se recupera de su operación

Lizteh Reyes aseguró que “estamos felices porque sabemos que Candy puede vivir 5 años más. Es una perrita que en su casa está feliz, además que la están esperando sus hermanitos. Estamos muy contentos porque sabemos que le queda mucho más tiempo de vida”. 

Por su parte Andrés agradeció y destacó la labor del equipo de profesionales del CVZ en el acompañamiento del caso: “Lo más demorado fue la consecución del dispositivo, pero desde la Universidad CES siempre estuvieron informándome en qué iba el proceso. Una vez llegamos a Medellín la atención ha sido espectacular, todos muy pendientes, muy amables y siempre con una expectativa y energía muy positiva en cuanto a la operación, incluso más alta que la de nosotros”. 

One health y los profesionales 

Con la segunda cirugía de implante hecha por la Universidad CES y el CVZ, ambas instituciones renuevan su compromiso por una salud integral (One health) al poner al servicio las capacidades técnicas y científicas de un equipo interdisciplinario, conformado por estudiantes y profesionales de salud humana y animal, para entregar nuevas oportunidades de vida, como la de Candy.

Todo el proceso fue liderado por la gerente del CVZ, Carolina Cataño Gil, quien gestionó la consecución del dispositivo y convocó a un equipo integrado por 15 personas, entre estudiantes de cardiología, medicina veterinaria y zootecnia, anestesiología, electrofisiología, unieron esfuerzos para sacar adelante en menos de dos horas un procedimiento que sigue siendo de alto riesgo para el paciente y a la vez inédito para la medicina veterinaria en Colombia.

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