Cáncer infantil predomina en Antioquia y casos nuevos aparecen en Atlántico y La Guajira

Cada año se estima que cerca de1.800 niños en Colombia padecen cáncer infantil. Dos de cada tres niños con cáncer son diagnosticados con una leucemia o un linfoma.

Ahora bien, en Colombia la población menor de 18 años ronda los 15 millones, por lo que encontrar esos 2.000 niños con un posible cáncer infantil, implica un desafío epidemiológico, clínico y tecnológico. De allí que, contar con talento humano en salud capacitado y tecnología de última generación en detección de células sanguíneas malignas, sea clave para hacer frente al desafío de diagnosticar estas enfermedades.

Los departamentos con más casos

En lo particular, el país estima que algunos de los departamentos con mayor impacto en número de casos de L&L son: Antioquia, Bogotá, Atlántico y Valle del Cauca. Sumado a que los departamentos con mayor incidencia de casos nuevos de L&L por habitante, son: Arauca, Amazonas, Atlántico, Tolima y la Guajira.

¿Qué pasa después de superar este cáncer?
Por otra parte, las L&L pueden presentar recaídas a corto, mediano y largo plazo (en intervalos de 30 días o incluso años) y esto se conoce como enfermedad mínima detectable o enfermedad mínima residual (en adelante EMR). Las capacidades tecnológicas, son las que en gran parte permitendeterminar si un paciente continúa con la enfermedad o no en cierto periodo de tiempo. 

Detectar las células que tienen cáncer en la sangre es un desafío pues en el cuerpo humano hay más o menos un billón ochocientos mil millones de células inmunes, de las cuales un 40 % son linfocitos y 40% neutrófilos.

La identificación de recaídas en la población de niños con L&L que han tocado la campana dorada (la campana dorada suena en un hospital cada vez que un niño sobrevive a una L&L), es una labor exigente desde todo punto de vista. Por esta razón, la persistencia de células cancerosas en la sangre debe ser determinada periódicamente, con precisión y tecnología de punta, buscando establecer oportunamente las conductas clínicas apropiadas que deriven en mejores resultados en salud. 

Es por ello, que el seguimiento rutinario es esencial para el pronóstico del paciente. Cuando el tiempo para obtener el resultado y la calidad del mismo es incierta, el paciente y su entorno pueden sufrir repercusiones a todo nivel. De tal manera que, facilitar el acceso a soluciones tecnológicas apropiadas acompañado de una ruta de atención optimizada, sea el camino para mejorar los desenlaces en salud en esta población y cerrar brechas en supervivencia. 

El despliegue de intervenciones médicas necesita de soluciones del más alto nivel para analizar detalladamente lascélulas a través de diferentes tipos de muestras. Estos esfuerzos son de vital importancia para que los sistemas de salud articulen dispositivos acordes a estándares que permitan el avance en la lucha contra el cáncer infantil.

Según Rogerio Sperb Director de BD HUB Andino, “para nadie es un secreto que el cáncer infantil sigue siendo una preocupación y un tema difícil dentro de los diferentes sistemas de salud, pero hoy por hoy, contamos con tecnologías que aportan al diagnóstico y facilitan la oportunidad terapéutica. Se debe hacer énfasis en que la detección a tiempo de una recaída es fundamental y aquí juega un papel determinante no solo la capacidad tecnológica, sino también el acceso, pues es una solución que está al alcance de todos”. 

Desde luego, el seguimiento debe ser respaldado por la innovación y la calidad, pero también por un plan de seguimiento ordenado, asistido de una atención permanente de signos y síntomas que hagan pensar en una reaparición de la enfermedad en el corto, mediano y largo plazo, aún en aquellos que ya han tocado campana dorada. Así, el recurso humano junto a tecnología eficiente son claves al momento de cultivar la esperanza de vivir para los valientes niños que enfrentan esta batalla.

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