Café Montes de María: un sueño que triunfa en color café desde San Jacinto, Bolívar

Cuentan los abuelos que campesinos que bajaban de la zona alta de los Montes de María traían para vender, envueltos en cascarones de maíz, café molido y panela con el cual preparaban una exquisita bebida. Con el pasar de los años, debido a la comercialización del café, ya empacado en bolsas, estos dejaron de traer dichos envueltos y abandonaron ese cultivo.

Fue esa familiaridad y conocimiento que tenían, lo que impulsaba a muchos de los habitantes de ésta zona a viajar a la Sierra Nevada de Santa Marta para recolectar café todos los años, a partir de los meses de octubre y noviembre. Uno de ellos era José Aurelio, uno de los trece hermanos integrantes de la familia Ortega Carbal. José, cada año, viajaba a la Sierra Nevada a trabajar como recolector. Mientras desarrollaba el oficio veía y aprendía sobre el cultivo de café. Un día decidió traer semillas de la variedad caturra y comenzó a sembrar en una parcela ubicada en El Bongal, en las estribaciones del Cerro de Maco, en San Jacinto. Algunos campesinos de la zona se burlaban y otros lo trataban de loco, pero Aurelio, haciendo oídos sordos a las críticas, siguió adelante con su cultivo.

Hoy, quince años después de haber cometido esa “locura” José puede mostrar, orgulloso, los frutos excelentes que produjo dicha locura. Más de cien familias se dedican y viven actualmente del cultivo de café en veredas como El Bongal, Casa de Piedra, Brasilar y Arroyo de María donde se encuentran sembradas cerca de ciento cincuenta hectáreas de café de las variedades Caturra y Castillo, de muy buena calidad.

José Ortega comercializa su propia marca de café: Café Montes de María. Es un café muy bueno. Hace unos meses, representantes de la Federación de Cafeteros hicieron la perfilación de taza y certificaron sus bondades. Es 100% café orgánico, natural. Ser cultivado en una zona de altitud inferior a los mil metros donde se presentan altas temperaturas y en sistemas agroforestales con cacao, aguacate, guamas  y plátanos le confiere características especiales que lo distinguen de otros tipos de café. Su acidez media, su aroma, sus notas frutales, cuerpo, color y textura han impresionado el paladar de exigentes catadores que dan fe de su calidad.

–Nosotros no utilizamos ninguna clase de químicos durante el proceso que comienza con la siembra hasta el momento de ofrecer el producto a nuestros clientes. Aplicamos técnicas de cultivo amigables con el medio ambiente porque para abonarlo utilizamos la misma pulpa del café descompuesta: fabricamos lombriabono. El lombriabono es libre de químicos y contiene nutrientes y microorganismos que mejoran la fertilidad del suelo. Cultivando café contribuimos al cuidado del medio ambiente porque nos toca sembrar árboles que generen sombra para los mismos y no haremos talas ni quemas y eso es muy importante. Con la siembra de café queremos que en la región haya más oportunidades de empleo y más ingresos para las familias campesinas—aseveró José Aurelio.

Una de las últimas ideas de este emprendedor de 37 años, padre de cuatro niños, fue la de hacerse a un vehículo tipo campero, semejante a los que transportan los bultos de café, para adecuarlo y brindar a los montemarianos un Café Móvil donde puedan disfrutar de los distintos productos que tiene para ofrecer. Atendido por su joven esposa, Viviane Arrieta, y ubicado temporalmente en el parque principal de San Jacinto, frente a la iglesia, es un acogedor lugar para degustar un exquisito café.

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