Hoy se celebra el Día Mundial del Autocuidado, un concepto que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define como la capacidad de personas, familias y comunidades para cuidar su propia salud, prevenir y afrontar enfermedades o discapacidades con o sin la ayuda de un proveedor de servicios médicos.
Autocuidarse ayuda a disminuir la posibilidad de tener diferentes tipos de enfermedades y reduce el riesgo de agravar el estado de salud. Las actividades de autocuidado deseables incluyen la alfabetización en salud, bienestar mental, actividad física, alimentación saludable, limitación de hábitos o prácticas de riesgo —fumar, consumo nocivo de alcohol—, buena higiene —lavado de manos, por ejemplo— y el uso responsable y racional de bienes y servicios de salud.
“En el caso de dolencias no graves como el resfriado común, la lumbalgia y la diarrea, un tratamiento basado en prácticas de autocuidado como buena alimentación e higiene, alfabetización en salud y la automedicación responsable, es una estrategia efectiva porque el paciente puede cuidar su dolencia en casa y estar atento a las señales de alarma para acudir al servicio médico en el caso que lo requiera”, explicó la Dr. Maria Claudia Cruz, Medical Manager de la unidad de Salud del Consumidor en Sanofi.
La doctora María Claudia Cruz explica un poco más el término y su impacto:
1. ¿Por qué cree deberíamos prestarle más atención al término “autocuidado”?
Primero me gustaría hablar del concepto. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el autocuidado es la capacidad de cuidar de nuestra salud, la de nuestra familia y nuestra comunidad, y prevenir y afrontar enfermedades o discapacidades con o sin la ayuda de un profesional de la salud.
Todos deberíamos prestarle más atención al autocuidado porque es una práctica de promoción del bienestar que previene la enfermedad, pero que a su vez facilita la recuperación o manejo de molestias leves, reduce los factores de riesgo para enfermedades no transmisibles y ayuda en el control de enfermedades inmunológicas o raras.
Además, es una práctica que trae beneficios para toda la población porque cuando los ciudadanos están capacitados para tratar molestias leves desde su casa promueven ahorros en los sistemas de salud públicos —monetarios y en el tiempo de los profesionales de salud—, que pueden ser redirigidos para atender a otros pacientes.
2. ¿Cómo se relaciona el autocuidado en la frecuencia a la que vamos al médico?
Cuando una persona ha recibido información en salud de fuentes confiables tiene la capacidad de reconocer cuándo necesita la ayuda de un profesional de la salud para tratar un malestar leve y cuándo tiene los recursos para tratar su molestia desde su casa. Así que se reducirían las visitas al médico por molestias leves.
3. Hay quienes se cuidan y aún así enferman, ¿qué les decimos a las personas que no creen en la eficacia del autocuidado para prevenir enfermedades?
El autocuidado es una práctica preventiva, pero a su vez es complementaria para el tratamiento y manejo de enfermedades de todo tipo. Cuando una persona padece de una enfermedad no transmisible como la diabetes, por ejemplo, un componente prioritario del manejo de su condición es tener una alimentación saludable, mantener el cuerpo en movimiento y evitar prácticas riesgosas. El autocuidado no evitará las enfermedades en un 100%, pero sí logra disminuir el riesgo de su aparición, así como también logra disminuir las complicaciones de enfermedades ya existentes; es aquí donde el autocuidado se vuelve fundamental.
4. ¿Cómo inculcar el autocuidado desde la niñez?
Considero que los padres, madres y cuidadores son un ejemplo para los niños, porque ellos aprenden por imitación y repetición. Así que, cuando ven a su mamá haciendo ejercicio, consumiendo frutas y verduras y otras medidas de autociodado, será más fácil que integren estas prácticas a su vida. Además, los colegios y universidades tienen un rol muy importante, porque son fuentes oficiales de conocimiento.
¿Se cuidan los colombianos?
La más reciente versión del índice de preparación para el autocuidado, elaborado por la Federación Global de Autocuidado para evaluar los factores que promueven la adopción de estas prácticas en el mundo, calificó a Colombia con 2,9 puntos sobre 4, un puntaje principalmente impulsado por el número y la calidad de las políticas públicas que promueven el autocuidado en el país. De hecho, fue el país con la mejor puntuación en el factor de políticas públicas.
No obstante, el informe señaló que los colombianos no consumen la cantidad de frutas y verduras recomendadas, y tienen niveles bajos de actividad física, dos actividades de autocuidado fundamentales para la prevención y el manejo de diferentes tipos de enfermedades crónicas, raras e inmunológicas.
