El pasado 17 de enero la doctora E* llegó al parqueadero de la IPS Gestionar Bienestar – Hospital Zapatoca en Santander cuando de repente un desconocido clavó un bisturí en su estómago. Aunque la doctora está fuera de peligro y entabló una denuncia ante la Fiscalía, aún en esa IPS no se respira tranquilidad.
El personal del municipio denunció constantes amenazas a través de correos electrónicos y mensajes de WhatsApp por parte de un grupo de personas que alegan que atendieron mal a una paciente.Los médicos precisaron que ya interpusieron las denuncias correspondientes ante la Fiscalía General de la Nación, la Inspección de Policía del municipio y la Secretaría de Salud de Santander.
Las agremiaciones médicas más importantes de Colombia han declarado que “esta situación, de facto, de terror, tiene a los médicos entre la espada y la pared: exponer su vida vs. renunciar, so pena de asumir todas sus adversas consecuencias”. Asimismo, señalan que:
“Es muy preocupante que esta agresión sea muy reiterativa y se esté volviendo costumbre nacional, cosa, a todas luces, inadmisible.
“La protección de la Misión Médica es fundamental en todos los servicios de salud en todo el territorio colombiano, pues lo que está en juego, es también, el orden constitucional y la salud de la población colombiana.
“Como mandato internacional, las medidas apropiadas, a fin de proteger la salud física y mental del personal sanitario, y más en la “Colombia Profunda” es un Imperativo categórico, que se debe implementar, teniendo en cuenta los aspectos de promoción de la cultura del respeto, prevención de las hostilidades y agresiones contra la sacra Misión Médica.
“La protección, tratamiento y rehabilitación a que hubiere a lugar debe ceñirse a una ruta de atención establecida, porque de perdurar esta ominosa costumbre, la tan anhelada y muchas veces legislada, Atención Primaria en Salud, seguirá siendo, sin remedio, eso, una vieja ley muerta, de las tantas que habitan en el gran cementerio de leyes que es Colombia. Además, precisamos la importancia de no minimizar estos hechos, y de contar con la colaboración de todos, a fin de prevenirlos y tratarlos.
“En este sentido, solicitamos el compromiso serio y efectivo de las autoridades, y ofrecemos, en la medida de nuestras capacidades, la colaboración posible para lograr eficacia y resultados palpables y positivos. Para ello, proponemos, con nuestra participación incluida, una reunión local en la Secretaría de Salud de Santander, entre las autoridades de salud departamentales y municipales, Policía y Fiscalía.
Asimismo, solicitamos muy comedidamente al Señor Ministro de Salud y Protección Social, otra reunión del mismo carácter, igualmente con nuestra participación, para revisar, actualizar y definir acciones conjuntas y efectivas en el marco de la ruta de atención definida para la protección del personal sanitario; incluyendo, por supuesto, el análisis a fondo de la existencia, eficiencia y pertinencia del Servicio Social Obligatorio en el actual sistema de salud, teniendo en cuenta la actual reforma”.