Con el tiempo, factores como el envejecimiento natural, la pérdida de colágeno y elastina, así como los hábitos de vida, afectan la apariencia de los labios, haciéndolos más propensos a mostrar signos de envejecimiento como la pérdida de volumen y la aparición de arrugas.
Según el doctor Jorge Perea, cirujano plástico, “el envejecimiento es un proceso natural e inevitable. Más que recurrir a rellenos indiscriminadamente, es importante adoptar hábitos de vida saludables que puedan retrasar el envejecimiento prematuro. Cuando se recurre a tratamientos, deben ser en cantidades balanceadas y ajustadas a las necesidades de cada paciente”.
Es por esto que los procedimientos estéticos han cobrado protagonismo, ofreciendo soluciones como rellenos para recuperar volumen y redefinir su forma. No obstante, especialistas en estética facial insisten en que cualquier intervención debe ser cuidadosamente evaluada por un profesional capacitado. Según la doctora María Bernarda Durango, dermatóloga adscrita a Colsanitas, “lo primordial antes de tomar cualquier decisión es consultar con un médico especialista que haga una evaluación inicial exhaustiva del área y de la historia clínica. En la actualidad hay una amplia gama de materiales de relleno; sin embargo, el reto es escoger un producto ideal, seguro y certificado”.
El ácido hialurónico y las lipoinyecciones son las opciones más recomendadas y seguras para tratar los labios. El primero, conocido por su capacidad hidratante, ofrece resultados temporales de 8 a 10 meses, mientras que las lipoinyecciones utilizan grasa del propio cuerpo para crear un efecto más duradero y con menor riesgo de rechazo. A pesar de esto, los procedimientos requieren de un entorno clínico certificado, anestesia local y seguimiento médico para garantizar resultados óptimos y minimizar riesgos.
Es de suma importancia prestar atención a los cuidados postoperatorios para evitar complicaciones. Entre las recomendaciones principales destacan: no tocar ni presionar la zona tratada, evitar la exposición al sol y aplicar compresas frías en caso de inflamación. Aunque es normal experimentar molestias leves, como hinchazón o hematomas, complicaciones más serias como necrosis o granulomas son raras y requieren atención inmediata por parte de un especialista.
El uso de sustancias no certificadas, como los biopolímeros, representa un riesgo considerable para la salud. Estas mezclas, elaboradas sin estándares de calidad, pueden causar infecciones, reacciones alérgicas graves y deformidades permanentes que, en muchos casos, solo pueden tratarse mediante cirugía correctiva, sin garantía de una extracción completa. Además, la mala aplicación de técnicas o productos puede generar resultados artificiales y riesgos psicológicos en pacientes con dismorfia corporal.
Antes de someterse a cualquier procedimiento, es indispensable que el diagnóstico sea realizado por un médico cualificado que considere no solo los aspectos estéticos, sino también las condiciones generales de salud del paciente. Asimismo, adoptar hábitos saludables, como proteger los labios del sol, mantenerse hidratado y evitar el tabaco, puede retrasar significativamente los signos de envejecimiento y contribuir a mantener su apariencia natural.