Pasados los 30 años el metabolismo cambia y para las mujeres, después del embarazo, se suma un problema mayor: respiramos y engordamos. Un estudio de la Universidad de Utah sugiere que el estrés de la crianza y la falta de sueño pueden estar asociados al aumento de peso y es que muchas, tenemos que hacer malabares para criar, atender la casa y trabajar.
Nada nos molesta más que escuchar que otros se fijan en cómo nuestro cuerpo está cambiando: “te estás descuidando”, “no te dejes engordar”. Aquí empiezan los consejos no pedidos y las recomendaciones para comprar tal o cual crema para las estrías y la flacidez. Todas las mujeres queremos sentirnos bellas, sin embargo, no todas funcionamos orgánicamente igual.
Para las treintañeras con hijos el mejor piropo es que digan: “ni parece que hubieras parido”, un comentario que sinceramente menosprecia el sacrificio de muchas mujeres, que se enfrentan a partos difíciles y cuya última preocupación es cómo va a quedar su cuerpo.
Tener una figura bonita y estar delgadas tras la maternidad es la meta para muchas hoy, y no estoy hablando de no mantener una rutina de ejercicio ni de cuidar la salud, hablo de cánones de belleza aún más difíciles de cumplir tras ser madres.
Si quedan muy delgadas, las mandan a comer y si están engordando les empiezan a recordar cómo eran de flacas. Los embarazos de hoy en día (en España por ejemplo, las mujeres tienen su primer hijo después de los 30 años – 30,6 años edad promedio) hacen que obviamente la ganancia de peso del embarazo llegue a las puertas de un cambio corporal debido a la edad. Estudios señalan que una vez alcanzada la madurez, la actividad física desciende de manera muy significativa, provocando sarcopenia o pérdida de masa muscular, que causa un incremento de la grasa corporal. En este punto, las mujeres deben mantener una rutina de ejercicio físico frecuente, que muchas veces queda relegada por la falta de tiempo y el hecho de acostumbrarse al nuevo rol de ser mamás.
En todo caso, criticar el físico de las mujeres hoy día está mandado a recoger.