En el marco del Día Internacional de la Mujer, el Laboratorio de Economía de la Educación de la Javeriana (PUJ) analizó datos sobre mujeres en edad escolar que realizan actividades relacionadas al cuidado del hogar u oficios domésticos. Las fuentes de información del DANE arrojaron que:
• Según Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT): 8 de cada 10 mujeres entre los 10 y 17 años de edad se dedican a trabajo doméstico o cuidado no remunerado en el país.
• Según la Encuesta de Calidad de Vida (ECV): De los 2.9 millones de colombianos entre los 12 y 17 años que declararon hacer oficios del hogar o trabajo doméstico, 1.5 millones son mujeres (el 65,7%) y 1.418.944 (el 53,1%) son hombres.
Aproximadamente, de ese 1.5 millones de niñas que realizan oficios del hogar, 1 de cada 10 no están estudiando. Lo que equivale a 144.564 niñas.
Además encontraron que:
- 61,3% de niñas matriculadas en instituciones educativas en 6º a 11º dedica aprox. 8 horas diarias a actividades del cuidado. En comparación a 37,8% de niños matriculados en instituciones educativas en 6º a 11º que dedica aprox. 8 horas diarias a actividades del cuidado.
Finalmente, las principales razones de qué las niñas y mujeres que realizan oficios del hogar no estén estudiando son:
- La falta de dinero o costos educativos (el 19%)
- El tiempo dedicado a oficios del hogar (15,6%)
- El no gusto o no interés por estudiar (13,2%)
Para ser más claros, el estudio arrojó que 9 de cada 10 mujeres de 10 años de edad o más realizan trabajo doméstico o cuidado no remunerado en el país. En hombres la relación es 6 de cada 10. Lo anterior implica que son más de 19 millones de colombianas las que dedican parte de su tiempo, a este tipo de actividades sin remuneración, específicamente, 7:40 horas diarias en promedio.
Ahora, si se hace un zoom a la población en edad escolar, 8 de cada 10 mujeres entre los 10 y 17 años de edad se dedican a estas actividades. Adicionalmente, 1.5 millones (el 65,7%) de niñas y adolescentes entre los 12 y 17 años realizan oficios en el hogar que incide en su autonomía y posibilidad de estudiar.
Esta situación que destaca una brecha de género importante en contra de las mujeres, tiene varias implicaciones. Una de ellas, es que, como para cualquier actividad, ocupa tiempo que podría destinarse para otro tipo o grupo de actividades, como educación, trabajo o incluso ocio o cuidado personal. Es decir, que las “tareas” de trabajo doméstico y cuidado no remuneradas causan costo de oportunidad, y este puede estar relacionado con la no posibilidad o dificultad para estudiar o capacitarse (perjudicando la acumulación de capital humano) o para buscar trabajo o trabajar (limitando las fuentes de posibles ingresos).
La otra es que existe una carga adicional para las mujeres que para los hombres, por lo que esto se traduce en la continuación, preservación o incluso amplificación de las brechas de género en el mundo educativo y laboral. Es el caso por ejemplo, que en el marco de la medición de percepción en pobreza de tiempo que se realiza a través de la ENUT, el 7% de los hombres encuestados manifiestan que “No les alcanzó el tiempo para realizar todas sus actividades”; mientras que para el caso de las mujeres, dicho porcentaje es del 10,9% (DANE, 2022).