Además de asistir a los controles médicos, tener buena alimentación y hacer ejercicio, con el paso de los años han surgido nuevas alternativas de tratamiento que hacen que la diabetes cada vez sea más fácil de controlar, siempre y cuando exista mucha constancia y compromiso para adherirse a lo que el equipo médico multidisciplinario haya ordenado.
Entre los tratamientos más comunes para el control de la diabetes, y dependiendo del estado de la enfermedad y el paciente, está el uso de inyecciones de insulina, que cumple la misma función que la insulina que produce el páncreas y es permitir que el azúcar (glucosa) pueda pasar de la sangre a las células y convertirse allí en energía. La administración de insulina tiene como objetivo que el paciente alcance sus metas de control de glucosa y de esta manera, prevenir las complicaciones de esta patología.
Según el NIH, en las personas con diabetes “el cuerpo no produce suficiente o no produce nada de insulina o no la usa adecuadamente y la glucosa se queda en la sangre y no llega a las células”.
La vacuna contra la influenza reduciría en un 25 % la mortalidad por diabetes
“Así mismo, está demostrado que la vacunación anual contra la influenza también disminuye el riesgo de contraer la enfermedad y, en el caso específico de los casi 1.4 millonesque han sido reportados con diagnóstico de diabetes según la Cuenta de Alto Costo, esta vacuna puede reducir en un 25% la mortalidad y hasta en un 79% el riesgo de hospitalización, en el caso de que existiera una infección por el virus de la influenza”, explica la doctora Andrea Espinosa.
Otras de las recomendaciones que hace la especialista son:
• Revisar con frecuencia y mantener controlados los niveles de azúcar en la sangre y hemoglobina glicosilada.
• Hacer ejercicio, idealmente de 3 a 4 días por semana en sesiones de al menos 45 minutos.
• Alimentarse saludablemente.
• Atender y cumplir las recomendaciones médicas y asistir a los controles cumplidamente.
• Tener un gran cuidado de las extremidades inferiores pues en algunos casos se puede perder la sensibilidad y una herida no detectada a tiempo podría desencadenar en amputaciones.
Los controles y cuidados ante esta enfermedad también pueden prevenir complicaciones relacionadas con pérdida de la visión, insuficiencia renal, accidentes cardiovasculares o infartos al miocardio. La experta concluye con que, si bien existen factores genéticos que pueden influir en el desarrollo de la diabetes tipo 2, como la herencia, es muy importante llevar un estilo de vida saludable pues de esta manera es posible retrasar o incluso prevenir la aparición de la misma.