En las costas de Canarias, en España a dos kilómetros de la costa de Tenerife por primera vez quizás en toda la historia emergió de las profundidades un diablo negro, también conocido como rape abisal adulto (Melanocetus johnsonii).
Podría tratarse del primer avistamiento de un ejemplar de este pez a plena luz del día. Esta es una especie perteneciente a profundidades que van desde los 500 hasta los 4 mil metros.
El cuerpo del diablo negro increíble está compuesto por abundante agua y eso evita que muera aplastado en las profundidades del mar, donde habita.
Es una especie muy poco documentada. Tiene una antena (espina modificada de su aleta dorsal) sobre su cabeza que brota de su rostro en forma de caña, repleta de bacterias que se encienden y que se iluminan como señuelo para atraer peces.
Un pez legendario que pocas personas habrán tenido el privilegio de observar con vida.
¿Lo recuerdas de la película “Buscando a Nemo”?
El motivo de su presencia en aguas tan superficiales es incierto. Puede que por enfermedad, una corriente ascendente, huyendo de un depredador, etc.
Su género “Melanocetus” significa literalmente “monstruo marino negro”.