El envejecimiento es un proceso natural e inevitable que se experimenta a lo largo de nuestras vidas. Con el paso del tiempo, el cuerpo y la mente atraviesan una serie de cambios que afectan diversos aspectos de la salud y el bienestar. El proceso de envejecimiento puede traer consigo tanto oportunidades como desafíos, y su impacto puede variar de persona a persona.
A medida que la población envejece, es esencial entender los factores que influyen en este proceso y cómo se pueden abordar para mantener una vida plena y saludable en la etapa de adultez.
Para Carlos Ulloa, integrante del Consejo Consultor de Nutricionistas de Herbalife, “Existen múltiples factores que pueden debilitar los huesos en la etapa de adultez como enfermedades reumatológicas, cáncer, medicamentos, falta de ejercicio, trastornos en la alimentación, falta de luz solar, cambios hormonales, entre otros”, por ello, es necesario iniciar con un cuidado especial, preferiblemente desde una etapa temprana ya que, “desde los 40 años el cuerpo inicia con cambios en el metabolismo óseo, disminuyendo los depósitos de calcio y presentando alteraciones en el comportamiento hormonal del cuerpo” afirma Ulloa.
Recomendaciones para el cuidado de los huesos
Para el cuidado de los huesos y prevención de la pérdida de calcio, el experto recomienda:
● Consumir suficiente calcio: La alimentación es un factor indispensable en el cuidado óseo del adulto mayor. Existe diversidad de alimentos para mantener un sistema óseo fuerte, los lácteos, los alimentos fortificados, los vegetales de hoja verde como espinacas y algunos pescados como las sardinas enlatadas, entre otros, son fundamentales para contribuir a mantener la salud y los huesos fuertes.
● Obtener Vitamina D: La vitamina D es necesaria para que el cuerpo absorba el calcio. Se puede obtener a través de la exposición al sol y alimentos como pescado graso (salmón, caballa), yema de huevo y alimentos fortificados con vitamina D.
● Hacer ejercicio regularmente: El ejercicio de carga de peso como levantar pesas combinado con ejercicio de resistencia como caminar, correr y bailar ayuda a fortalecer los huesos y a mantener su densidad. Se recomienda realizar actividad física moderada por lo menos 150 minutos a la semana.
● Mantener un peso saludable: Mantener un peso corporal adecuado es importante para reducir la carga en los huesos y prevenir el exceso de presión.
● Limitar el consumo de alcohol: El consumo excesivo de alcohol puede debilitar los huesos y aumentar el riesgo de fracturas.
● No fumar: El tabaquismo está relacionado con una menor densidad ósea y un mayor riesgo de fracturas. Dejar de fumar puede contribuir a la salud ósea.
Es importante destacar que, aunque el envejecimiento puede aumentar el riesgo de problemas del sistema óseo, llevar un estilo de vida saludable, mantener una dieta adecuada, hacer ejercicio regularmente y evitar hábitos perjudiciales puede ayudar a prevenir o reducir la aparición de estas afecciones, “el cuidado preventivo desde pequeños ayuda a mejorar los hábitos , como son el ejercicio y alimentación sana, además que mantener tu cuerpo en armonía y sin enfermedades ayuda a llegar a la madurez con mayor vitalidad”, concluye Ulloa.
Cuidar los huesos en la edad adulta puede marcar la diferencia entre una vida activa y saludable y una vida frágil y sedentaria. Es importante tomar medidas preventivas y buscar atención médica adecuada para mantener una salud ósea óptima a medida que el cuerpo envejece.