El cuidado de un bebé le compete a toda la familia y sobre todo en la parte alimentaria. Somos seres de hábitos y lo que vea un bebé es lo que repetirá, así que si sus padres y familiares tienen una alimentación alta en sal, grasas y azúcar, es muy probable que eso sea lo que le guste al crecer.
Recuerde que la nutrición desde el primer día de nacido es fundamental. Tal como dice la Organización Mundial de la Salud, “los primeros dos años de la vida del niño o niña son especialmente importantes, puesto que la nutrición óptima durante este periodo reduce la morbilidad y la mortalidad, el riesgo de enfermedades crónicas, y mejora su desarrollo general”.
Son pocos los niños que reciben alimentación complementaria segura y adecuada desde el punto de vista nutricional; en muchos países, menos de un cuarto de los niños de 6 a 23 meses cumplen los criterios de diversidad de la dieta y frecuencia de las comidas apropiados para su edad.
Organización Mundial de la Salud, OMS.
La lactancia materna se da durante los primeros seis meses de vida, sin darle al bebé nada más para comer.
A veces muchos padres tienden a desesperarse buscando el menú de los pequeños después de estos seis meses de edad, que es cuando deben empezar a comer alimentos más allá de la leche materna o “el pote” como le llaman a la leche de fórmula.
“En el caso de los que ya empiezan una alimentación complementaria, podemos hacer un puré de papa pastusa, zanahoria, un poco de cebolla larga y todo esto lo cortamos en trozos, lo cocinamos y lo trituramos. Deben ser cantidades pequeñas. Es importante señalar que en el caso de guardar estas papillas en la nevera se puede hacer, pero no se debe guardar por más de 48 horas”, detalla la chef Sandra Cristancho.
Sandra Cristancho es chef especialista en Nutrición Clínica y Manejo de Alergias Alimentarias de la Universidad de Barcelona y tiene más de 20 años trabajando en este campo. Ella fue invitada por la Fundación Fundem (que trabaja por la población con enfermedades crónicas de alto costo y huérfanas) para hablar de nutrición saludable para bebés y nos regaló tres recetas fáciles para aplicar después de los seis meses del niño o niña:
Receta de puré
- 100 gramos de papa (todo cocinado).
- 30 gramos de tomate pelado y sin semillas.
- 100 gramos de zahanoria.
- 20 gramos de cebolla larga.
- 1 o 2 cucharadas de leche de fórmula o “pote”.
“Esto lo procesamos y ya tenemos un puré. También le podemos hacer variaciones, adicionando pechuguita de pollo desmechada, cambiar por arvejas o habichuelas”, señala. “La idea no es agregar sal a los alimentos, sino al agua en la que se van a cocinar, y solo una pizca… esto es opcional. Si estamos utilizando fórmula infantil, aquí incluso se puede adicionar”. Recuerde que si hace los vegetales al vapor, no debe añadir sal.
Torticas o arepitas de carne y arroz (Todos los ingredientes cocinados)
– Arroz blanco cocinado sin sal.
– Tomate pelado en cubos.
– Carne molina salteada con tomate y cebollita.
– Dos cucharaditas de harina de achira o sagú (Muchos campesinos lo usaban para hacer coladas y ahora en cocina muchos chefs lo están retomando, esta es opcional y se puede reemplazar por una harina que le recomiende su pediatra).
– Tres cucharaditas de fórmula infantil o “pote”.
Recuerde que todo lo anterior debe estar cocinado. Todos estos ingredientes se mezclan y se ponen en moldecios de silicona; se ponen al horno a 160 – 180 grados centígrados por unos 15 minutos. Si usted no tiene horno, puede hacerlo en un sartén con tapa, dejando cocinar a fuego muy muy bajo de 35 a 40 minutos.
“Hay que hacerle cosas que pueda masticar cuando ya el bebé empieza a tener dientes. Hay que conservar la textura y hay que estimular la masticación. No hay que darles todo tan molio y en puré porque es importante que los bebés aprendan a masticar”.
Sin líquido en las comidas
“No aconsejo darles agua o líquidos con la comida, porque tenemos que aprender a salivar los alimentos que consumimos”, señala Cristancho.
Receta de puré con pollo y calabacín (el que parece un pepino)
- Papa.
- Zanahoria.
- Calabacín.
- Pollo magro o pechuga y solo 20 gramitos.
- Tres cucharadas de la leche de “pote”.
- Una cucharada de aceite vegetal o de oliva.
“Como padres somos los que debemos enseñar a degustar, a enseñar al bebé a oler … el 90 por ciento del gusto empieza en el olfato, por eso me gusta añadir perejil, laurel, etc”, dice la chef Sandra.
Según la OMS, son pocos los niños que reciben alimentación complementaria segura y adecuada desde el punto de vista nutricional; en muchos países, menos de un cuarto de los niños de 6 a 23 meses cumplen los criterios de diversidad de la dieta y frecuencia de las comidas apropiados para su edad.
