María todos los días debía entrar a su casa a la misma hora, pues su vecino tenía un taller en el patio de su casa. El sujeto empezaba sus labores de pintura, originando una estela de partículas aéreas difíciles de digerir. A María le lloraban los ojos, le picaba la garganta e incluso se le dificultaba hablar.
Los químicos usados en labores de pintura de madera, llevan a una forma de asma severa, debido a componentes como el DMSO, o dimetilsulfóxido (DMSO) un líquido orgánico incoloro que contiene sulfóxido, usado como disolvente orgánico industrial.
“El DMSO lleva a asma severa, una forma de asma que provoca una inflamación de las vías aéreas de los pacientes, que hace que estas se estrechen. Hay otras preparaciones en spray que también son malas para la salud respiratoria. Las personas que trabajan con esto tienen que tener protección y hacerse chequeos periódicos de sus funciones pulmonares”, explica a El Signo Vital el Profesor Alberto Papi, médico italiano especialista en asma e inmunología clínica y medicina pulmonar, director de la sección de Enfermedades Respiratorias en la Universidad de Ferrara.
¿Qué órganos afecta?
A largo plazo, los químicos usados en labores de pintura afectan la piel, el sistema respiratorio, el sistema nervioso central, el hígado y los riñones.
Si usted se expone a ellos de forma directa puede sufrir confusión, euforia, mareos, dolor de cabeza, pupilas dilatadas, lagrimación, ansiedad, fatiga muscular, insomnio, dermatitis, daño al hígado y a los riñones.
