Médicos del hospital Vall d’Hebron de Barcelona utilizaron a “Da Vinci” para cortar una pequeña sección de la piel, grasa y músculo del paciente para extraer el pulmón dañado e insertar uno nuevo a través de una incisión de ocho centímetros (antes la incisión era de 30 cm) en la parte inferior del esternón, justo encima del diafragma.